La Unión Europea (UE) llegó durante la jornada de ayer a un acuerdo sobre las bases legales para la creación de un supervisor bancario único, según informó la presidencia lituana del Consejo Europeo en Luxemburgo, en el marco del encuentro de ministros de Finanzas de los 28.
A partir del próximo otoño boreal, 130 grandes bancos europeos se someterán al control directo del Banco Central Europeo (BCE).
En un primer momento estaba previsto que el supervisor comenzase a funcionar el 1 de julio de 2014, pero ahora en Bruselas se habla del 1 de noviembre.
Según Jurg Asmussen, miembro del directorio del BCE, la institución monetaria puede comenzar ahora con los preparativos prácticos, como la contratación de cerca de un millar de empleados o el alquiler de oficinas.
En el último tramo de las negociaciones, el Reino Unido retrasó su aprobación durante semanas ante las reservas de su parlamento nacional.
El parlamento Europeo ya había dado luz verde para la creación del supervisor bancario único en septiembre.
Se trata del primer paso para la creación de una unión bancaria, que debe evitar que los bancos vuelvan a enfrentarse a graves problemas y amenacen a las economías nacionales tal como ocurrió durante los últimos cinco años, después que explotara la crisis internacional originada por la crisis de las hipotecas en Estados Unidos.
El papel de los bancos fue duramente criticado en la Unión Europea durante lo peor de la recesión, por sus millonarios balances mientras la población era sometida a duros recortes por parte de los gobiernos.
Con la nueva legislación, el gobierno comunitario con sede en Bruselas busca tener herramientas para poder coordinar mejor políticas comunes y recortar la especulación.