El presidente interino de Ucrania, Oleksander Turchinov, ordenó ayer la reanudación de la operación "antiterrorista" contra los separatistas que tomaron el control de algunos poblados y ciudades del este del país, después de que un político de su propio partido fuera hallado muerto con señales de tortura, y del final de la visita del vicepresidente estadounidense Joe Biden, quien advirtió a Moscú contra una conducta "provocadora". Se hallaron tres cuerpos brutalmente torturados. Una de las víctimas es Volodymyr Rybak, un concejal de la localidad de Gorlivka, "recientemente secuestrado por terroristas", afirmó el presidente. Una ofensiva previa de Kiev no tuvo éxito, pero Estados Unidos, Rusia, Ucrania y la Unión Europea firmaron un acuerdo en Ginebra la semana pasada para distender la crisis. Antes de la decisión presidencial, un avión de reconocimiento ucraniano sobre zonas separatistas prorrusas tuvo que realizar un aterrizaje forzoso tras ser alcanzado por disparos de armas ligeras sobre la ciudad de Slaviansk. La aeronave, un bimotor de hélice Antonov An-30, aterrizó sin sufrir daños mayores y con su tripulación sana y salva.