Cigarrillo infaltable en mano, andar cansino, tranquilo. Saludos a cada paso. Fotos con grandes pero también con chicos. Juan María Traverso no pasó desapercibido el domingo 21 en el autódromo de Rosario y no sólo por entregarle a la intendenta Mónica Fein un presente en su condición de presidente de la Asociación Argentina de Volantes, retribuido con la distinción de visitante distinguido que le otorgó el gobierno municipal. Es que donde pasa el Flaco levanta polvareda y así lo dejó en claro en un mano a mano con Ovación, en el que se mostró distendido y seguro para afirmar que "el automovilismo de hoy no me gusta para nada". Y en esa línea criticó el exceso de tecnología que le restó protagonismo a los pilotos y, también, la falta de respuestas de estos para de alguna manera rebelarse. Usando léxico propio, claro.
Traverso ni tenía en cuenta que es el máximo ganador en el Fangio, en el TC 2000 que lo vio reinar durante siete años. Claro, ganó tanto... "Es especial venir acá, claro", dijo. Pero no sólo por las carreras que corrió, sino además porque "durante mucho tiempo fue circuito de pruebas para los equipos en donde yo estaba", dijo a manera de introducción a la charla.
—¿Sabe que fue el más ganador en Rosario?
—La verdad, no me acordaba (risas). Puede ser. Lo que pasa es que corríamos dos fechas al año (fue en el 95, ambas las ganó el Flaco con el 405).
—Ganó tanto, que por eso no recuerda los triunfos de Rosario. ¿En serio, ni un poco?
—Lo que pasa es que eran todas las carreras especiales para mí. Eran las mismas peleas en todos los circuitos. Cuando no era el Yoyo Maldonado, era el viejo Di Palma, y cuando no Cocho López, Oltra... Fue una época del TC 2000 donde todas eran competencias muy complicadas y cerradas.
—Una se la ganó a Pablo Peón, entonces compañero de equipo y hoy presidente del Súper TC 2000.
—Sí, es verdad. Eramos del mismo equipo y obviamente no me podía apurar (risas), pero fue una época muy linda.
—¿Y cómo ve a esta época, con la denominación Súper y los motores V8?
—Tiene cosas buenas, estos autos son impresionantes. Pero no me gusta la actitud de los corredores, no disfrutan, no se divierten, están todos con cara de culo, qué se yo. Yo puteaba, pateaba las puertas pero era un minuto, después nos divertíamos. Terminaba ahí. Era como más puro el automovilismo. Yo tuve carreras de una guerra campal en la pista, como con Luis Di Palma, y por ahí le decía: "Me parece que no estuvo bien lo que hiciste", pero él me contestaba: "No te calentés, en quince días corremos de nuevo" y nos íbamos a tomar mate. Eso se perdió. Hoy es muy... qué se yo, no me gusta para nada.
—No se le ocurriría quejarse por twitter, por ejemplo.
—No, no sé ni qué mierda es eso. Soy enemigo de la tecnología que elimina al deportista: los controles de tracción, las cajas automáticas, la dirección hidraúlica, todas esas pelotudeces eliminan la capacidad del piloto.
—Habla justo del STC 2000, que está muy tecnologizado.
—Claro. Vivo diciéndole a Peón que saque todo, que los corredores se las arreglen. Y que si no pueden manejar, que se vayan a su casa.
—¿Qué opina entonces de los cambios en el TC a partir de Río Hondo (ver aparte)?
—Va a haber un grupo importante de pilotos que se van a tener que ir a otra categoría porque no van a poder manejar esos autos. Va a haber quejas, seguro.
—¿No le gusta cómo está el TC hoy tampoco?
—No, es una carrera neta de autos, donde el piloto no existe. Está en un cómodo cuarto lugar. El automovilismo es un deporte, el deportista es el corredor y en el TC está antes el motorista, el chasista, el ingeniero y al final aparece alguien que dice: “este maneja”. Pero bueno, sabrán lo que hacen.
—Faltan ídolos o íconos como lo fue usted.
—Es que el que habla más de la cuenta, el que dice lo que no debe decir, no corre más, lo sacan. Pero todo el automovilismo es así.
—¿Habría lugar para un Flaco Traverso en esta época?
—No. Y no es un tema de rebeldía, sino de que cada uno hable sin que le cueste el futuro. Demos un ejemplo. Un piloto de primera línea como Matías Rossi, mañana está décimo y empieza a hablar, pero no dice nada y nadie entiende porqué está décimo. Obvio, no va a decir que manejó mal, pero si afirma “el motor no rindió”, el motorista lo deja, a la mierda. Ahora que, como la gente, estoy en la tribuna, detecto eso y no me gusta.
Los autos del TC se parecerán a los de su época
La ACTC viene tomando nota de que falta lucha en pista y por eso hace varias semanas anunció un cambio importante, que se aplicará en la próxima carrera de Río Hondo: se retirarán las cargas aerodinámicas. Eso significa que los alerones traseros desaparecerán, lo mismo que los splitter delanteros, por lo que los autos se parecerán a los que manejaba Traverso.