Luis Salinas vuelve a Rosario para ofrecer un espectáculo esta noche, a las 22, en Willie Dixon, Suipacha y Güemes. El guitarrista de Monte Grande ofrecerá un concierto de funk y blues junto a una banda integrada por Hernán Flores, Alvaro Manzanero, Agostina Bertolozzi y su compadre-tecladista Javier Lozano. "El ya sabe cuándo me voy a equivocar", advierte con una sonrisa el guitarrista que mantiene un estrecho vínculo con la ciudad de Rosario y con no pocos de sus músicos.
Es difícil encontrar alguien que no conozca a Luis Salinas. No obstante, abundan los datos que pueden disipar cualquier duda sobre su solvencia artística: diez discos y tres DVD editados en todo el mundo; siete premios Gardel, un premio Konex y actuaciones con gran parte de los mejores músicos y cantantes del mundo. Apuntes que se consignan en un currículum vitae que el mismo artista se encargó de desechar en el diálogo que mantuvo con Escenario: "Para mí lo más importante en la música es que sea sincera. Es como mirar a alguien a los ojos y decirle: «Esto soy yo»" sentenció revelando el compromiso que renueva con su público en cada actuación.
Muchos músicos importantes hablaron bien de Luis Salinas, entre los que se cuentan Chick Korea, George Benson, B.B. King, Chucho Valdéz, Tomatito, Raymundo Amador, Hermeto Pascoal, Mercedes Sosa, Dino Saluzzi, Luis Alberto Spinetta y una lista inacabable de músicos de distintos orígenes y géneros. Sin embargo él sigue siendo el mismo tipo que, de niño, acompañaba a su padrastro tocando chamamés en la villa.
-¿Porqué decidió convocar a músicos locales?
-Es un gusto que me quiero dar. La idea es tocar con Hernán Flores con quien toqué las primeras veces que fui a Rosario y con el grupo que lo acompaña. La última vez que fui a Rosario tocamos al aire libre y después se armó una jam session y conocí a Alvaro Manzanero y a Agostina Bertolozzi, de Paraná. La verdad que me gustó lo que se armó ahí. También estarán otros amigos como Palmo (Adario) y algunos más para hacer un repertorio de funk y blues. Es como una zapada organizada . Y lo voy a llevar a mi hijo que está tocando la guitarra.
-¿Cuántos años tiene?
-Juan tiene 12. Si yo no hubiera ido a Rosario él no estaría acá. Siempre cuento que Rosario es el lugar que aceptó mi libertad artística antes que todos.
-Los músicos invitados se sentirán halagados. Están lejos de Buenos Aires donde parece que pasan todas las cosas.
-¡Parece...! A veces, cuando me preguntan con qué músico me gustaría tocar, algunos son conocidos y otros no. Yo no me fijo mucho en eso: si el tipo toca bien hago música con él, sea o no famoso. También puede pasar que algún tipo sea muy famoso y no me guste. En ese caso es más riesgoso decir que no (risas).
-O encuentra un tapado...
-Claro, exactamente. Además Rosario es un pueblo musical, un barrio grande donde siempre pasan cosas que a uno le gustan. Hay poetas, músicos... El rosarino es un pueblo que tiene una identidad muy marcada respecto del arte.
-¿Cuando toma la guitarra para tocar por placer qué género es el primero que surge?
-No soy un tipo nacido en Santiago del Estero, en el Chaco o en Salta; yo nací en Monte Grande y lo que me viene es lo que he escuchado. Ha salido, en mi forma de tocar y en mi manera de componer, todo lo que escuché desde chico y fueron diferentes cosas. Cuando agarro la viola a veces me sale una zamba, un tango, o me dan ganas de tocar un tema brasilero o una cosa flamenca. Escucho música, de todo, lo que sí debo decir, porque una vez me dijeron "Vos tocás de todo". No toco de todo, toco diferentes cosas que me gustan, cosas que puedo tocar. Esencialmente no lo hago para que digan que toco de todo sino, que cada vez que toco algo, es porque lo siento, porque tengo muchas ganas, tengo amor por esa música y la toco desde ese lugar. Por suerte he tenido el respeto de los tipos que tocan los diferentes géneros porque se dan cuenta que los toco con amor. Mi relación con la música siempre ha sido muy sincera. No me gusta la especulación y mucho menos en la música. El público no tiene porqué entender de melodías o de ritmos, pero la gente sabe cuando un artista es sincero. Para mí lo más importante en la música es que sea sincera. Es como mirar alguien a los ojos y decirle: "Esto soy yo". Está demás decir el cariño que tengo por Rosario. Cuando salió el disco que se llamó "Rosario", muchos creían que yo era rosarino y yo nunca lo desmentí.
"Tocá lo que quieras"
“La primera vez que fui a Rosario hice latin-jazz del disco “Salinas”. Como había conocido a la mamá de Juan, quería volver a tocar enseguida. Los productores querían esperar un año pero armamos el show con ella y algunos amigos para tocar en la Sala Lavardén. Expliqué que iba a presentar un espectáculo de música argentina y la actitud de la gente que llenó la sala fue como decir: “A mí me gusta lo que tocás. Tocá lo que quieras”.