El Papa Francisco, el Nuncio apostólico monseñor Emil Paul Tscherrig y el vocero del Vaticano, sacerdote Federico Lombardi, salieron ayer a asegurar que la carta del Sumo Pontífice a Cristina Fernández difundida por Presidencia era "auténtica" y no "falsa" como había sostenido el encargado del Protocolo de la curia romana Guillermo Karcher, lo que desató una polémica que puso a la Argentina y a la Santa Sede al borde de un nuevo conflicto diplomático.
Tras la afirmación del sacerdote Karcher de que "la carta es falsa", desatando un escándalo por tratarse de un texto del Sumo Pontífice a la presidenta, el propio Francisco se comunicó telefónicamente con el embajador argentino ante el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, para asegurarle que la misiva es "auténtica" y lamentarse, además, "por los que sembraron dudas" sobre su legitimidad.
Anteayer, ante la polémica originada por el encargado de Protocolo del Vaticano, el gobierno nacional —a través del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri— aseguró que la misiva había salido "de la Nunciatura Católica y fue recibida por medio del trámite normal y habitual", por lo que dijo "no" saber "por qué" se informó que era falsa.
Sin embargo, a primera hora de ayer fue el propio sacerdote argentino Karcher quien se desdijo y aseguró que el "telegrama" enviado por el Francisco a Cristina Fernández en ocasión del 25 de Mayo "es oficial".
"Como carta personal me parecía que no había que interpretarla así, pero ahora queda aclarado. Por eso hoy rectifico, y lo hago con mucha honestidad", aseguró, tras lo cual reiteró: "Es oficial, así que ya está".
De inmediato, el vocero del Vaticano, sacerdote Federico Lombardi, ratificó que "es cierta y verdadera" la carta del Papa a la presidenta, y explicó que "es el mecanismo de comunicación habitual para las fiestas patrias".
Luego, fue el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, quien se manifestó en la misma línea al afirmar que "no hay ninguna duda" de que "es verdadera" y "nunca fue falsa" la misiva, por lo que atribuyó a "una confusión, que no viene de esta casa, de esta Nunciatura", el bochorno que se generó.
"Es verdadera, nunca fue falsa", remarcó Tscherrig, quien consideró que se trata de "una carta normal, un mensaje normal que se envía de un gobierno a otro gobierno", aunque no pudo señalar qué pasó: "No puedo explicar el malentendido", asumió.
Suena el teléfono. Para dar por terminada la polémica, el Papa Francisco se comunicó telefónicamente con el embajador argentino Juan Pablo Cafiero, según relató el diplomático.
"El Santo Padre Francisco se ha comunicado telefónicamente con el suscripto" y "de manera oficial me ha manifestado que la carta de augurios dirigida a la presidenta con motivo de celebrarse la fecha patria del 25 de Mayo próximo es auténtica y se corresponde con los telegramas que se suelen enviar a otras naciones cuando celebran sus fiestas patrias", afirmó Cafiero, según un texto leído ayer a la mañana en Casa de Gobierno por Parilli en compañía de Oliveri.
El diplomático advirtió que "expresamente (el Papa) me solicitó que me comunicara con el gobierno argentino a fin de ratificar de manera terminante que la carta es auténtica, y me reiteró su afectuoso saludo al país y a la presidenta y me solicitó expresamente que hiciera pública esta conversación".
"En nombre del gobierno, agradecí este nuevo gesto de honestidad y respeto que une a la Santa Sede con la Argentina y que el Papa Francisco honra con la verdad", sentenció Parrilli, quien dio por concluido el episodio al asegurar que "el gobierno argentino, frente a esta comunicación, no tiene más comentarios que hacer".