Títulos, secretos y acción
Esto es lo que el espectador ve: sale el título, por ejemplo, “Amo a mi perrito salchicha”, el grupo se junta, se dicen algo rapídisimo en secreto, y arrancan la improvisación. Todos quieren saber, ¿qué se dicen en secreto?
1 de septiembre 2012 · 01:00hs
Esto es lo que el espectador ve: sale el título, por ejemplo, “Amo a mi perrito salchicha”, el grupo se junta, se dicen algo rapídisimo en secreto, y arrancan la improvisación. Todos quieren saber, ¿qué se dicen en secreto? Leila Esquivel responde: “Lo que tratamos de acordar en esos quince segundos es: de qué se va a tratar la historia de acuerdo al género (terror, romance, policial), cómo va a arrancar y quién hace el papel protagónico”.
“Me acuerdo de un título que decía «Palo palo, palito, palo bonito, palo es». Los títulos menos alegres son los más divertidos porque de esos surgen las improvisaciones más desopilantes” (Germán Basta).
“La gente expresa mucho lo que le pasa en el momento, por ejemplo, «la moza tarda», «el porrón está caliente», «salida de emergencia», o cosas relacionadas con nuestro grupo, por ejemplo: «qué buena está la que conduce»” (Leila Esquivel).
“A veces estás preparado para hacer un personaje y viene alguien y te dice: entrá como perro, y en el camino que estás entrando, te dicen «no no no», entrá como mesa” (Germán Basta).
“Hemos chocado cabeza con cabeza y nos hemos lastimado, en San Nicolás le rompimos la nariz a uno. A veces uno te dice «yo voy a hacer como que te doy una patada» ¡y te la da en serio!” (Alejandro García).
“En el entrenamiento también tratamos cómo mantener esta dinámica tan vertiginosa sin chocarse, sin lastimarse. Sin llegar a ser cirsense, es muy acrobático y hay que tener mucho cuidado sino le podemos volar los dientes de una patada a otro” (Vanina Rial).
“Hemos hecho funciones en los lugares más exóticos que te puedas imaginar: en casas para diez personas, contratados para un cumpleaños. En lugares al aire libre o cerrados. Eso te da herramientas para adaptarte a diferentes situaciones. Y te vas volviendo más versátil” (Luciana Tamurello).
“No podemos negar que esto influyó en nuestras vidas, nunca vas a ser en la vida como sos en el escenario sino estaría internado” (Germán Basta).
“Es todo tan rápido que cuando uno va a otro grupo ya sea de teatro o de amigos, quiere hacer las cosas mucho más rápido. Tenemos esa velocidad incorporada que a veces me hace quedar media descolgada” (Luciana Tamurello).
“Ahora podemos hacer una función en un anfiteatro para dos mil personas o en cuadradito oscuro sin micrófono” (Vanina Rial).
“Después de tantos años con el sólo hecho de mirarnos nos damos cuenta de que el otro está en blanco y lo ayudamos. Siempre tenés alguien de quien apoyarte” (Alejandro García).