Triste, solitario y final. Como en la novela de Soriano. Así fue la despedida de Tiro Federal del torneo de B Nacional tras el abúlico empate 1-1 ante Deportivo Merlo, equipo que con ese resultado logró el punto necesario para permanecer en la categoría sin tener que pensar en la Promoción (que jugarán Defensa y Justicia y San Martín de Tucumán). El Tigre, entusiasmado por la victoria por 3-1 conseguida ante Ferro en Caballito, quería despedirse de la mejor manera pero no pudo ser. Volvió a mostrar los viejos vicios y sólo logró rescatar un empate con sabor a muy poco.
En pocas palabras podría decirse que el partido de ayer fue el fiel reflejo de lo que Tiro hizo a lo largo de todo el año y que de hecho lo condenó a descender al Argentino A.
Lo de Tiro fue triste, porque se esperaba más y se mostró como un equipo carente de ideas que no pudo escapar a la mediocridad del partido. Pareció que la fórmula a aplicar era la de centros al área para que Armani pudiera conectar alguna pelota. Después no tuvo sorpresa, le faltó claridad y tuvo, al igual que su rival, muchas imprecisiones. Así hubo poco para ver y menos para rescatar.
El presente del equipo y el clima invernal no ayudaron para que fuera gente a la cancha. Los que se acercaron a Ludueña fueron pocos, de hecho sólo un puñado de alrededor de doscientos hinchas dijeron presente. Lo desértico de las tribunas le terminó de dar un marco patético a un encuentro deslucido, simplemente para el olvido.
Los dos goles estuvieron lejos de ser jugadas elaboradas y de brillo. El primero, el de la visita, fue de atropellada, tras un desborde de López por izquierda, quien mandó el centro atrás para la entrada de Sequeira. El segundo, el del empate tirolense, fue llegó tras un remate de Morales. La fortuna jugó para el lado de Tiro ya que la pelota le pegó a Tucker desvió su trayectoria y descolocó al arquero Darío Capogrosso, que en las pocas intervenciones que tuvo había mostrado mucha solvencia sacando pelotas de peligro al córner.
El equipo del Oeste del Gran Buenos Aires no fue mucho más que el local. Hizo el gol tempranero que le sirvió para jugar (por decirlo de alguna manera) más tranquilo, pero lejos de hacerlo, también se repitió en pases intrascendentes y pelotazos sin sentido.
El cierre encontró a Tiro y a Merlo en una lucha estéril por nada en la que abundaron las piernas fuertes pero lejos de los arcos. Así llegó el final. El pitazo de Echenique dio por terminada la función y el telón de la B Nacional se bajó lamentablemente para Tiro jugando en otro escenario desde hace un par de fechas.