Los planteos de los tres últimos imputados en la causa de Los Monos que pidieron revisar sus medidas de arresto marcaron, ayer al mediodía, el cierre de la ronda de apelaciones para definir quiénes llegarán presos o en libertad al juicio por asociación ilícita. La última jornada nucleó a tres acusados de ser parte de la banda desde ámbitos disímiles: un policía en disponibilidad, un representante de futbolistas y un supuesto "brazo ejecutor" de la línea dura, a quien se atribuye el manejo de armas, la intervención en actos violentos y la administración de búnkers. La definición llegará el martes, a las 9, cuando el camarista Rubén Darío Jukic de a conocer su veredicto.
El de ayer fue un debate sólo entre profesionales del derecho ya que no estuvieron presentes los imputados: Juan José Raffo —procesado como policía aunque él alega ya no serlo—, el representante Francisco Lapiana y el supuesto lugarteniente Leandro Vilches. Los dos primeros están bajo arresto domiciliario, el último cumple una condena a 4 años de cárcel por robo calificado y privación de la libertad.
Esos nombres se sumaron a los de otros 11 procesados que a lo largo de la semana participaron de audiencias para pedir que se revoque o atenúe su prisión preventiva. Fueron días de alegatos prolongados, que en ocasiones añadieron observaciones de tono político a la discusión jurídica. El fiscal Guillermo Camporini, secundado por Cristina Rubiolo, se opuso a la mayoría de los planteos.
El martes el camarista que presidió esos encuentros se pronunciará sobre cada caso. Esto no definirá cuestiones de fondo (los procesamientos están firmes y no se aceptó su revisión) sino con qué restricciones a su libertad llegarán los acusados al juicio. Esa será la segunda etapa de la causa iniciada en 2012 por el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna, quien procesó a 36 personas por liderar o integrar una asociación ilícita dedicada a cometer delitos varios, desde homicidios hasta narcotráfico.
Ser o no ser. El caso que abrió el último día de debate fue el de Juan José Raffo, el policía que en 2009 cobró notoriedad al denunciar cómo operaban las cajas negras de la policía rosarina y que el mismo año fue condenado a un año de prisión condicional por el hurto de una puerta. Luego de críticas del abogado Adrián Ruiz a la sección Judiciales de la policía, que actuó en la causa de Los Monos, su colega Rodrigo Mazzuchini introdujo el argumento central de la defensa: aseguró que Raffo ya no es policía.
"Raffo no es funcionario público. No revestía condición de subinspector al momento de los hechos. Al ser detenido el 23 de diciembre no ocupaba destino ni tenía arma, ni credencial, ni uniforme. Ha sido apartado de la fuerza hace cinco años y ahora es un comerciante monotributista", anunció. Con esto, los abogados plantearon que no sólo es "vidrioso" que formara parte de la organización criminal sino que quedaría exento de los delitos funcionales que le imputan: violación de secretos, cohecho y encubrimiento. Pidieron que recupere la libertad porque lleva cinco meses preso ante una pena posible de 3 años.
Como una foto en negativo, el fiscal contestó que "la condición de funcionario público no la ha perdido hasta hoy. En su legajo no está exonerado, expulsado o jubilado. Está en disponibilidad, sin destino, y continúa percibiendo una remuneración acotada de la provincia de Santa Fe". Planteó además que existe "sobrada prueba" de su actividad en la banda.
A Raffo lo incriminan conversaciones con el sindicado líder prófugo Ramón "Monchi" Machuca, que para la fiscalía dan cuenta de "un trato íntimo y frecuente". Según escuchas de mayo de 2013, Raffo acudió a Monchi para averiguar quiénes eran los ocupantes de un Volkswagen Bora azul metalizado que habían asaltado su negocio de ropa de la avenida Uriburu. En esos días, a su vez, Machuca le preguntó la dirección del entonces jefe de la división que investigaba a Los Monos. Y lo contactó en busca de datos tras el crimen de su hermano de crianza Claudio "Pájaro" Cantero. La defensa sostuvo que nunca pudo chequear que sea Raffo el "Juan" aludido en las escuchas.
El cazatalentos. El representante de jugadores Francisco Lappiana, que intervino en el pase de Angel Correa a San Lorenzo, comenzó a ser investigado como uno de los que ingresaba al circuito legal el dinero de la banda de Los Monos y terminó procesado como miembro.
"No es representante. Es un presentador de jugadores, un mero buscador de talentos. No interviene en la transferencia y sólo recibe el 1 por ciento de la transacción", dijo al pedir la libertad de Lappiana el abogado Fernando Sirio, quien además remarcó que su cliente no maneja grandes sumas de dinero porque recién en marzo fue rehabilitado de una quiebra. El codefensor José Luis Abichaín Zuaín, en tanto, caracterizó a su cliente como un personaje "simpático, cautivante y verborrágico", pero estigmatizado por la causa.
La fiscalía, al resistir ese pedido, leyó conversaciones reiteradas de Lappiana con Machuca sobre el pase de jugadores y planteó que su situación económica no es estrecha porque tiene una sociedad en Paraguay y administra en ese país una flota de 18 camiones.
Los mismos abogados disertaron, por último, acerca Leandro "Gordo" Vilches, considerado por la fiscalía como uno de los "brazos ejecutores, sicarios que adquirían vehículos, distribuían estupefacientes y se prestaban las armas", además de recordar que fue el personaje al que, tras el pago de 35 mil pesos, cambiaron por otro preso el 28 de mayo de 2013 cuando cayó detenido en la comisaría 15ª.