Roma. - El primer ministro designado de Italia, Mario Monti, tuvo un primer día de negociaciones con los partidos políticos muy agitado. Debió aclarar al final de la jornada que no había hablado de "sangre, sudor y lágrimas", y también tuvo que amagar con renunciar antes de asumir ante las presiones y condiciones que le trataban de imponer los partidos políticos italianos. Finalmente, Monti declaró que desea gobernar hasta mediados de 2013, es decir el final de la actual legislatura, y no antes, como piden algunos de los partidarios de Silvio Berlusconi. Aún no hay fecha para la votación del Parlamento que efectivizará a Monti al frente del Ejecutivo italiano luego de la renuncia de Berlusconi. el sábado pasado.
Fecha de salida. "Es obvio que el Parlamento puede decidir en cualquier momento que un gobierno no tiene su confianza", dijo en rueda de prensa Monti, aunque añadió que no aceptará fijar otros límites temporales sobre la duración de su gobierno. "Si se fijara una fecha antes de ese tiempo, esta predeterminación podría restar credibilidad al gobierno", precisó, y agregó que en ese caso no tomaría el cargo. No está previsto que se celebren elecciones hasta mediados de 2013, pero ha habido especulaciones generalizadas sobre que Monti dejaría paso a las urnas cuando apruebe las reformas económicas prometidas a Europa.
El ex comisario europeo se reunió ayer con representantes de partidos menores en su primer día de consultas para formar gobierno. Monti concluirá sus conversaciones hoy, reuniéndose con los líderes de los partidos mayores de centroderecha y centroizquierda, con los sindicatos y representantes de organizaciones juveniles y de mujeres.
El nuevo primer ministro dijo desear tener a políticos en su gabinete, y no sólo a técnicos, pero que eso lo decidirán los partidos. "Comprendería que en esta delicada fase dijeran que no", explicó en una conferencia de prensa al final del día de consultas.
Monti también debió aclarar que "no he usado jamás el término «lágrimas» ni el término «sangre", aunque tal vez sí hablé de sacrificios", al conversar con los representantes partidarios. Y agregó: "Encuentro positivo que las fuerzas políticas hayan percibido la seriedad del momento que estamos atravesando". "Monti habló sobre un programa significativo con muchos sacrificios", declaró Francesco Nucara, legislador de uno de los pequeños grupos parlamentarios involucrados en las conversaciones de ayer. El presidente de la Cámara baja, Gianfranco Fini, estimó que Monti pedirá el viernes la moción de confianza al Parlamento para que lo confirme en su cargo. Entre los partidos de relieve, la Liga Norte, aliada de la coalición de Berlusconi y con carteras de primera importancia en su gobierno, ya advirtió que no apoyará la moción de Monti y que pasará a la oposición.
Mercados nerviosos. Tras un tumultuoso fin de semana en que los costos de endeudamiento de Italia alcanzaron los niveles en que Irlanda y Grecia se vieron forzadas a pedir un rescate internacional, la reacción inicial de los mercados ayer fue positiva. Pero la tendencia se revirtió después de que una subasta de bonos forzó al Tesoro de Italia a pagar un rendimiento récord del 6,29 por ciento. Por la tarde, la prima de riesgo de los bonos italianos sobre el referencial alemán subió a 482 puntos básicos, poniendo de relieve la amenaza que aún acecha a Roma. El presidente Giorgio Napolitano llamó a un esfuerzo extraordinario para apoyar a Monti y recuperar la confianza de los mercados internacionales, recordando que Italia tiene que refinanciar unos 200.000 millones de euros en bonos para fines de abril.
Monti deberá pilotear la intrincada política italiana, en medio de claras señales de desconfianza de la centroderecha saliente de Berlusconi y sus socios. "Esto no termina aquí", tituló Libero, un diario proBerlusconi que aseguró que "la izquierda y sus periódicos quizás descorcharon el champagne demasiado pronto".
Pedido empresario. Se prevé que Monti, un convencido defensor del libre mercado, diseñará un programa de políticas para cumplir con las demandas de los socios europeos. "Es muy importante que este gobierno tome forma rápidamente y comience a trabajar de inmediato con reformas fundamentales para regresar al crecimiento y equilibrar el presupuesto", afirmó Emma Marcegaglia, presidenta de la asociación empresarial Confindustria.
Monti habló varias veces sobre su apoyo a controlar las finanzas públicas y aplicar políticas favorables al mercado, como impulsar la competencia, liberalizar las profesiones y bajar la carga impositiva sobre el empleo. Sin embargo, avanzar con reformas dolorosas, como la elevación de la edad de jubilación o aminorar medidas de protección laboral, pondrán a prueba el apoyo al gobierno que hoy exhiben centristas como el partido de Fini o el centroizquierda, ambos opositores a Berlusconi.
Los principales funcionarios de la Unión Europea y la canciller alemana Angela Merkel, recibieron con entusiasmo el fin de la incertidumbre que trajo la renuncia de Berlusconi y la designación de Monti. Merkel dijo que la aprobación del paquete de reformas en el Parlamento el sábado pasado, antes de la renuncia de Berlusconi fue "alentador". La UE seguirá monitoreando las medidas tomadas en Roma y Monti deberá asegurarse el apoyo del francés Nicolas Sarkozy y Merkel.