Había varios con la sonrisa ancha en Rafaela luego de la carrera de la telonera TC Pista. El balcarceño Santiago Mangoni, gran vencedor, era uno de ellos, por supuesto. Pero Ramiro Galarza no le fue en saga. Es que el piloto de Acebal lucha denodadamente para ingresar a la Copa de Plata y se propuso sumar desde el óvalo hasta Paraná, la última cita para entrar al play off, un promedio de 30 puntos por carrera. Y en la Perla del Oeste, cerca de sus pagos, consiguió el objetivo. Fueron 28, que le sirvieron para acortar notablemente la distancia con Emiliano López, el 12º, del que quedó a 18. Y ahora irá con toda la fe al Oscar y Alfredo Gálvez de Buenos Aires, en tres semanas.
El de Acebal estuvo bien acompañado en el box propio, del Ramiro Galarza Racing, por su mujer Ivana, su hija Ainés y sus sobrinos Juan Bautista y Eros, este último con 8 años ya entrenándose para ser su guía en pista, ya que antes de que la TV lo marcara, él adelantaba a viva voz si su tío cambiaba de posición. Y hasta tranquilizó a todos cuando parecía que se había ido afuera y en realidad era su compañero de equipo Juan Garbelino.
“Es un fenómeno. Lástima que empezó a correr en karting y ahora dejó para ser arquero. Me dijo su profe Marcos Centioni (también es su personal trainer) que anda bien”, se rió con ganas Galarza apenas llegó al box tras dejar la técnica y con el 7º puesto en el bolsillo, lo que hizo cumplir su expectativa.
“La verdad es que el séptimo puesto cumple los objetivos que tenía para esta carrera. El cálculo de puntos que hicimos era que tenía que llevarme 30, y los 28 están bien. Ahora tengo que pensar en Buenos Aires, donde estaremos muy ajustados. Las dos carreras que paramos nos perjudicaron en la suma y eso me obliga a correr pensando con la calculadora para entrar a la Copa de Plata, que es la aspiración para este año”, resumió el de Acebal.
—¿La usaste dentro del auto?
—Sí, al punto que al principio me desesperé porque en lugar de ganar puestos (partió 11), empecé a perderlos. Me costaba mucho ir succionado y en la primera chicana perdí mucha carga. Bajé un poco en el clasificador y me preocupé porque me estaba alejando. Pero después remonté con sobrepasos y los retrasos de otros, y me tranquilicé porque ya estaba en zona de buenos puntos, cerrando una buena carrera.
—Al principio venías mal, pero terminaste muy bien, acosando al 5º y 6º, Nazareno López y Federico Alonso.
—Al descargar combustible el auto anduvo mejor pisado. En las últimas vueltas giré solo y eso me vino bien. Perdía mucho cuando iba succionado, así que pude acercarme y pelear por unos puntos más.
Y redondeó: “No bajo los brazos y todo mi equipo es clave, como mi familia. Me fui de Rafaela con alegría y sé que podemos dar pelea”.
Está en el 16º lugar con 157,50 puntos, son 18 los que lo separan de uno de los López de la categoría. Quedan el Gálvez, quizás Olavarría (Río Cuarto no llegó a terminar obras pedidas) y Paraná para intentar llegar al top 12 y pelear luego la Copa de Plata. Con la Dodge “que realmente anda bien”, por eso no pierde la esperanza.