"Tabú", el tercer y muy elogiado largometraje del director portugués Miguel Gomes, se estrena este jueves en El Cairo y cuenta una historia que viaja del Portugal actual al Africa colonial. La historia es protagonizada por una temperamental anciana, su criada y una vecina dedicada a causas sociales. Tras la muerte de la anciana, las otras dos se enteran de un sorprendente episodio de su pasado que sumerge al filme en crimen y aventuras, con el trasfondo espectral del colonialismo.
La película fue seleccionada para su proyección en más de cuarenta festivales en los ganó una docena de premios. Entre ellos se cuentan el Alfred Bauer y el Fipresci del último Festival de Berlín, además de haber aspirado a un Oso de Oro como mejor película.
Rodada con mínimos medios, en formato 35 milímetros su primera parte, y en 16 la segunda, y enteramente en blanco y negro, "Tabú" narra dos historias en dos tiempos distintos que se complementan y el director titula como "Paraíso Perdido" y "Paraíso".
La primera parte, "Paraíso perdido", se desarrolla en la Lisboa contemporánea y se centra en Pilar, una mujer perteneciente a la comunidad cristiana de Taizé, que se ocupa a ratos de su vecina Aurora que, afectada de demencia senil, se cree perseguida por su sirvienta negra Santa y abandonada por su hija. Pero la abnegación de Pilar no parece encontrar eco, ni en su entorno ni en esta vieja mujer que se encierra en sus obsesiones.
En la segunda parte de la película, "Paraíso", la inesperada muerte de Aurora sacará a la luz un pasado profundamente enterrado. Gian Luca Ventura, un amante de Aurora desaparecido desde hacía mucho tiempo, revelará a Pilar y a Santa la historia oculta de la anciana, el amor clandestino que los unió en frica en una colonia portuguesa presa de los primeros sobresaltos de la lucha por la independencia. Marcada por el sello del recuerdo, esta segunda parte abandona el realismo del comienzo por una estética mucho más distanciada, casi onírica.
La historia de una pasión. La mayoría de los espectadores serán sensibles sin duda a la originalidad estética y cinematográfica de "Tabú", rodada en blanco y negro y en un formato inhabitual, pero también podrán preguntarse por su significado exacto: la película se distingue en particular por una ruptura narrativa que transporta del presente al pasado y que desliza el interés de un personaje a otro, de Pilar, lisboeta creyente y entregada a los demás, a Aurora, una anciana senil cuya inesperada y romántica historia desvelará su antiguo amante. Estas dos partes muy diferenciadas parecen unidas por un hilo bastante sutil, si bien el personaje de Aurora está presente en ellas con distintas edades. Es posible encontrar una serie de analogías y contrastes entre las dos partes de la película. En cada una de ellas aparece en escena un personaje principal femenino (Pilar y Aurora), una en la edad madura y otra en plena juventud, una movida por el amor al prójimo y la otra dominada por una pasión mucho más personal, si no egoísta. El romanticismo del "paraíso" colonial contrasta asimismo con el realismo cotidiano de la Lisboa contemporánea.
Miguel Gomes debutó en la dirección de largometrajes en 2004 con "A Cara que Mereces" y en 2008 presentó su segunda película "Aquel Querido Mes de Agosto" con la que participó en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes. Por ese filme, también, fue galardonado con once premios internacionales.