El director J.J. Abrams tiene la esperanza de persuadir a los audiencias de cine de llevarlas hasta lugares donde nunca han llegado antes y a entusiasmarlos con la nueva entrega de "Star Trek", una franquicia por lo general reservada para los fans de la ciencia ficción. El resultado, "Star Trek; en la oscuridad", se verá en Argentina a partir del jueves próximo.
El hombre detrás de la serie de televisión de culto "Alias" y "Lost" dijo a Reuters que al principio dudó cuando Viacom Paramount Pictures le pidieron que tomara a su cargo la franquicia, cuyas reediciones de 1996 y 1998 no lograron atraer a multitudes. Pero decidió hacer "Star Trek" apelando a un público más amplio, y a olvidar su legado y centrarse en el drama.
Su primer intento de "reiniciar" la épica de "Star Trek" de 2009 fue un éxito de crítica, aunque los analistas estaban decepcionados con las ventas de taquilla extranjera de alrededor 160 millones de dólares.
Ahora, el director tiene la esperanza de empujar la franquicia aún más hacia la frontera final con la secuela rodada en 3D e Imax de "Star Trek: en la oscuridad". "La idea era hacer una película que funcione en sus propios términos", dijo el también director de la singular "Súper 8". "Esta película no estaba destinada a ser una más. Esto es mucho más para los aficionados al cine y no sólo para los fans de «Star Trek»", añadió Abrams.
La trama se centra en las emociones de la tripulación y los dilemas morales para hacer "un thriller de acción y aventura un poco más visceral y emocionante", dijo.
La historia empieza cuando el Enterprise vuelve a la Tierra después de un polémico incidente galáctico, mientras su intrépido Capitán aún desea viajar por las estrellas en una área de paz y exploración más larga.
Pero hay problemas en el Planeta Azul. Un devastador acto terrorista expuso una alarmante realidad: la Flota Estelar fue atacada desde dentro y las consecuencias dejan en crisis al mundo entero. En consecuencia, el Capitán Kirk dirige al Enterprise en una misión muy distinta a cualquier otra, que abarca desde el mundo de los Klingon hasta la Bahía de San Francisco.
A bordo del Enterprise el enemigo entre ellos tiene un portentoso talento para la destrucción. Kirk los conducirá a través de las dudas y deberán navegar entre las fronteras que separan a los amigos de los enemigos, la venganza y la justicia, la guerra final o el potencial para un futuro mejor.
La mayoría de los fans incondicionales de "Star Trek" dieron la bienvenida a la participación de Abrams en la serie. El ya tenía una enorme base de fans gracias a la televisión y el cine. Pero el propio Abrams estaba mucho menos entusiasmado con la franquicia que la primera vez que se encontró con ella.
"Nunca la entendí como un niño. Nunca he entendido realmente «Star Trek». Se sentía muy intensa, y aun lo siento así. Con el tiempo he llegado a apreciar lo que es y lo que significa «Star Trek»", aseguró el director.
Desde que aportó su magia en "Star Trek", ya se puso en marcha revivir otro gigante la de ciencia ficción. En enero pasado, Walt Disney dijo que iba a iba a abordar "Star Wars: Episodio VII", lo que dio esperanzas a los aficionados a esa franquicia que estaban decepcionados por las últimos tres entregas.
"Star Trek: en la oscuridad" trae de nuevo Chris Pine como el mujeriego Capitán James Kirk y a Zachary Quinto como Spock, un mestizo entre un ser humano y un vulcano que sólo se rige por las leyes de la lógica.
Flota en peligro. La acción transcurre en el siglo XXIII y comienza con un ataque a la base de la Flota Estelar con asiento en Londres por parte del hombre-máquina John Harrison, interpretado por el actor británico Benedict Cumberbatch, más conocido como el detective Sherlock Holmes en el drama de la BBC "Sherlock". La tripulación del Enterprise estará pronto cara a cara con sus antiguos enemigos, los Klingon, pero las cosas no son lo que parecen.
Cumberbatch, de 36 años, dijo que era intimidante ser un recién llegado en el reparto Trek Star, pero se lanzó con entusiasmo sobre el papel del villano. "El chico de 10 años que hay en mi saboreó tirar gente de todo el conjunto por el aire, saltar y volar por el espacio, y atravesar paredes de cristal", dijo a Reuters.
Los críticos, sin embargo, no han sido tan brillantes en sus elogios para esta segunda película de Abrams sobre "Star Trek" como sí lo fueron para la primera.
"La gente probablemente no dejará el cine con exactamente el mismo nivel de alegría como lo hicieron en 2009, pero esto es sin duda una mezcla astuta mezcla y estimulante", escribió Andrew Culver en el diario británico The Guardian.
Abrams, por su parte, va por más. El director dijo que aun no han comenzado las discusiones oficiales para una tercera película, pero dijo que le "encantaría estar en esa conversación", si así ocurriese.