La agencia Standard & Poor’s bajó ayer las calificaciones de algunas
deudas de las automotrices General Motors y Chrysler, pues consideró más baja la probabilidad de
que los acreedores recuperen lo prestado en caso de una bancarrota o incumplimiento.
La baja de calificación eleva la presión sobre los dos
tradicionales fabricante estadounidenses de automóviles, cuyas perspectivas ya se habían
ensombrecido por el marasmo en que se encuentra la economía mundial.
GM y Chrysler están funcionado con préstamos de emergencia
del gobierno de Estados Unidos. Un equipo de trabajo del presidente Barack Obama que supervisa el
rescate le ha dicho a GM que si quiere recibir ayuda debe hacer recortes de deuda y de costos más
amplios y rápidos. A Chrysler se le han ofrecido 6.000 millones de dólares más si cierra una
alianza con la automotriz italiana Fiat.
Un analista de recuperaciones de Standard &
Poor’s, Greg Maddock, advirtió que GM, a diferencia de Chrysler probablemente sobreviviría en
caso de una bancarrota. "Si Chrysler entra en bancarrota esperaría que fuera liquidada, que sus
activos sean vendidos en su totalidad o en parte", indicó, tras afirmar: "En lugar de una
reorganización, no habría automotriz tras una bancarrota".
Calificación. Ayer S&P bajó la calificación de la línea de crédito de GM a
CCC- desde CCC, y bajó su tasa de recuperación a 2 desde 1. Si la automotriz incumple sus
obligaciones o pide la protección por bancarrota del capítulo 11, los acreedores de la línea de
crédito asegurada deberían de esperar una recuperación de entre el 70 y el 90% de lo que prestaron,
en lugar de las previsiones anteriores de un 90% a un 100%, explicó S&P.
"La baja de la calificación de la línea de crédito refleja
nuestra percepción de una demanda más débil por vehículos livianos en América del Norte, así como
una menor cantidad de activos que respaldan la línea de crédito", señaló Maddock en un
comunicado.
En tanto, la calificadora de riesgo dibujó un panorama más
sombrío para la deuda de la automotriz estadounidense Chrysler que vence en el 2013 y el 2014,
argumentando que posiblemente los acreedores recuperen menos en caso de un incumplimiento de
pagos.
Standard & Poor’s bajó en dos escalones las calificaciones de la
deuda senior asegurada de Chrysler con vencimiento en el 2013 a CC desde CCC.