“Los buenos jugadores pueden jugar en varias posiciones sin problemas”. La frase está referida a Maximiliano Rodríguez, cuando el técnico lo puso de 9. ¿Quién? ¿Raggio? No, Alfredo Jesús Berti, cuando debía improvisar mucho por el desgaste de querer pelear torneo y Copa, para colmo en un semestre corto porque se venía el Mundial, y puso a la Fiera de centrodelantero en La Paternal, para el 0 a 0 ante Argentinos Juniors. La historia reciente es más conocida. Carozo debió recurrir a la Fiera ante las lesiones de Ezequiel Ponce primero y Nacho Scocco después, con buen resultado por cierto, hasta que el nuevo dolor de cabeza médico le obligará a cambiar hoy frente a Estudiantes, donde seguramente pondrá un nuevo 9 (Francisco Fydriszewski o Leandro Figueroa), uno más de este período rojinegro más abarcativo, que es justo que se lo circunscriba a partir de la llegada de Gerardo Martino al Parque. Desde entonces, cuando el club definió esa identidad futbolística para darle continuidad más allá del Tata, muchos fueron ocupando esa posición neurálgica con diferentes resultados. Ahora se abrirá la chance para un nuevo nombre, al menos por algunos partidos, y Ovación hace un repaso de esas elecciones y cómo le fueron.
Urruti, el primero. Maximiliano Urruti fue el 9 símbolo del primer torneo de Martino en Newell’s, que determinó la primera salvación en la tabla de los promedios, luego del Clausura 2012. El Tata confió en él, arrancó con todo, pero luego se fue desdibujando. En las primeras fechas convirtió 4 goles, pero después apenas hizo 2 más hasta el final del campeonato. Por eso, el Tata vio con buenos ojos el primer regreso de Ignacio Scocco al Parque.
Búsqueda antes de Nacho. Que Martino busco rápidamente opciones a Urruti, no hubo dudas. Porque pese a tenerlo en el equipo, el Tata inventó una solución extraña: poner a Mauricio Sperduti de 9.
De hecho, el Gordo fue reemplazado por el primero, en el debut del torneo Inicial 2012, ante Independiente, donde la apuesta no resultó ni resultaría, excepto al partido siguiente, donde un gol suyo le dio el triunfo a Newell’s sobre Lanús por 1 a 0 en el sur de Gran Buenos Aires.
Martino aguantó 5 fechas esta opción, pese a que Ignacio Scocco, que a los 3 minutos de haber entrado por primera vez hizo un golazo frente a San Martín de San Juan por la 3ª fecha, pidió pista enseguida. Cuando en la 5ª jornada Nacho convirtió el tanto de la victoria sobre Estudiantes, en tiempo adicional, al partido siguiente (3-3 frente a River Plate en el estadio Monumental), el Tata Martino ya consolidaría al mejor 9 que tuvieron los rojinegros hasta su despedida del Parque, luego de la semifinal perdida de la Copa Libertadores 2013 frente a Atlético Mineiro.
Los cuatro 9 de Berti. Se fue Martino, se fue Scocco, y el primer problema que tuvo el nuevo técnico, Alfredo Berti, entre manos, fue cómo reemplazar a Nacho. No podía volver a darle cabida a Urruti, porque el 9 que fue eclipsado también decidió irse. Entonces llegó David Trezeguet, pero mientras esperaba que se pusiera a punto, recurrió a Víctor Aquino. El paraguayo, que había sido opción en el primer torneo del Tata pero se fue, regresaba al Parque y se encontró con que podía ser titular. Y lo aprovechó al máximo, marcando los dos goles del triunfo por 3-2 sobre Boca en La Bombonera, en un estreno espectacular.
Con ellos Víctor Aquino se ganó el derecho a ser por un tiempo el 9, hasta que el franco-argentino David Trezeguet pidió pista. Después de hacer su primer gol en Rafaela, en la 7ª fecha fue titular frente a Olimpo y marcó el primero del 2-1 sobre los bahienses. Pero le duraría poco porque la edad y las lesiones le empezaron a pasar factura rápida. Para la 9ª fecha, ni él ni el paraguayo estaban disponibles, y Berti recurrió al que sería su primer 9 fetiche: Fabián Muñoz. Su escaso y nulo aporte en la red, volvió a abrirle la puerta al Rey David, que luego de la derrota en el clásico levantó con 2 goles un 0-2 con Colón en Santa Fe, reemplazando al primero en el entretiempo y luego marcaría, ya de titular, en el 1-1 con San Lorenzo. Hasta el final del torneo, se había ganado el lugar.
Pero con el arranque del Final 2014, y la disputa en simultáneo de la Copa Libertadores, el DT empezó a alternar de nuevo a Muñoz y rápidamente empezó a hacerse lugar Ezequiel Ponce, el jugador más joven en debutar en Newell’s. Fue el gran hallazgo y el gran aporte a futuro que hizo Berti en su paso por Newell’s. Porque después de usarlo en algunos mix, directamente lo hizo su 9 titular hasta que el propio entrenador entró en la confusión. Tanta, que eso decidió su final.
En la previa al clásico, que sería derrota 1-0 con Central en el Parque, Berti volvió a apostar por Muñoz sin explicar bien porqué lo sacaba a Ponce después de darle soga. Y cuatro días después, también en el Coloso y en un partido decisivo para su continuidad en el cargo, por la Copa Libertadores, increíblemente fue titular otra vez Trezeguet, el que ya parecía totalmente relegado. Fue derrota con Atlético Nacional de Medellín y su adiós del banco leproso.
Ponce y tres más. Hasta el final de ese torneo, y ya con Ricardo Lunari a cargo del interinato, eligió definitivamente a Ponce como el 9, no volvió a darle cabida a Trezeguet y Muñoz ya no tendría más preponderancia. Y cuando con Gustavo Raggio era el elegido, al menos de entrada, una fractura por estrés lo alejó de las canchas. Jugó la Copa Argentina pero antes del debut con Boca se cayó y no llegó a competir con Scocco. Nacho llegó a las apuradas, debutó en La Bombonera, pero se lesionó luego de Gimnasia. Apareció entonces la Fiera Rodríguez, que cumplió con creces ante Belgrano y Rafaela hasta que también tuvo una dolencia muscular.
Y entonces vendrá un cuarto centrodelantero en muy poco tiempo, que podría ser el que reemplazó a Maxi en Rafaela, el de apellido difícil: Francisco Fydriszewski o Leandro Figueroa, o algún experimentado del plantel que no haya jugado en esa posición.
Entonces, cuando el nuevo centrodelantero salga a la cancha ante Estudiantes, con Raggio serán 4 en sólo 6 partidos. Todo un récord, por cierto, como que es además el 9º tras la era Martino. Sí, son 9 los 9.