El ex presidente radical Fernando de la Rúa aseguró ayer, al asumir personalmente su defensa en el juicio por las coimas en el Senado, que el hecho por el que se lo juzga "no existió".
El ex presidente radical Fernando de la Rúa aseguró ayer, al asumir personalmente su defensa en el juicio por las coimas en el Senado, que el hecho por el que se lo juzga "no existió".
"No es que no se haya probado (el delito) sino que se ha demostrado la inexistencia", aseguró De la Rúa al hablar ante el Tribunal Oral Federal 3, donde sostuvo que la acusación de pago de coimas a cinco senadores justicialistas para votar a favor de la ley de reforma laboral fue falsa.
"No salió dinero de la Side (Secretaría de Inteligencia), no se incrementó el patrimonio de ningún senador", dijo, para negar también que se necesitaran votos ya que la ley "se aprobó por 55 (votos) contra 4", de modo que "falta el objeto, no hay motivo, no hay móvil".
En cambio, De la Rúa aseguró que "hubo un conjuro de intereses y el interés político se metió en la causa", dado que el tema de los sobornos surgió con la tapa de una revista en base "a un anónimo que es pura basura", pero que en el juicio se buscó "juzgar a un tiempo político, a un gobierno".
"No se puede decir que el hecho existe porque conviene que exista, porque sale en las encuestas y la gente lo cree, no se puede decir que exista porque queda bien", dijo De la Rúa, quien aseguró: "Siempre actué con transparencia y honradez".
En su exposición, De la Rúa fue especialmente crítico con el ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez, el ex senador Antonio Cafiero, su jefe de gabinete Rodolfo Terragno, y el periodista Joaquin Morales Solá, entre otros, a quienes endilgó construir "una mentira falaz en base a un anónimo en el que se empezó a creer".
"Un sector del periodismo se ha equivocado al prejuzgar", dijo el ex mandatario para aclarar que "prefiero mil veces esas equivocaciones a un cercenamiento de la libertad de prensa", si bien reconoció que "tras mi aparente serenidad, todo esto fue un calvario".
Flanqueado por los defensores, Jorge Kirszenbaum y Valeria Corbacho, De la Rúa cargó también contra la diputada Elisa Carrió, a quien calificó de "testigo de oídas" ya que "fiel a su estilo, avanza con afirmaciones y cuando el terreno no es propicio, cambia de paso y pasa a hablar de otra cosa".
"Quieren demostrar todo por indicios, pero no se puede demostrar ni hecho ni culpa por indicios", dijo en otro momento, al desmentir especialmente la versión del arrepentido Mario Pontaquarto sobre una reunión en Casa de Gobierno donde el ex presidente habría autorizado el pago.