Siria evacuó ayer a los primeros 83 civiles del centro sitiado de la ciudad de Homs, luego de que Rusia anunciara que los dos bandos enfrentados en la guerra civil habían acordado un cese del fuego de tres días a fin de permitir la entrega de ayuda humanitaria a quienes permanecen en la ciudad.
Los evacuados ayer en colectivos eran personas que vivieron sitiadas en una ciudad totalmente devastada durante un año y medio. Ahora estaban padeciendo el segundo invierno sin alimentos ni medicinas. La medida fue el primer resultado concreto de las negociaciones iniciadas hace dos semanas para intentar terminar con la guerra civil de Siria. Delegados de las partes en conflicto en Siria se reunieron cara a cara por primera vez en una conferencia de paz en Ginebra, pero no lograron llegar a ningún acuerdo. Pero el pacto humanitario para Homs podría ser un primer paso.
Los colectivos trasladaron a unas pocas decenas de evacuados, que presentaban señales de debilitamiento y fueron acompañados por funcionarios de la Media Luna Roja siria, hasta un punto de encuentro en las afueras de Homs donde había soldados, policías y trabajadores de ayuda humanitaria. El Programa Mundial de (WFP, por su sigla en inglés) señaló que muchos de los evacuados parecían estar desnutridos. Es que "vivían a base de hojas, hierbas y aceitunas y cualquier cosa que encontraran", afirmó Elisabeth Byrs, portavoz de WFP.
La tan esperada maniobra significó un avance relativo en las negociaciones de paz por Siria, que se reanudan este lunes en Ginebra con muy pocas perspectivas de resolución para los reclamos en un conflicto que ya ha producido 130.000 muertos.
Aunque la acción marcó el inicio de un cese al fuego de tres días, muchos temían por el destino de los evacuados y de aquellos que seguirán en el lugar. Se estima que unos 3.000 civiles permanecen en el centro de Homs sitiados por las tropas del ejército sirio.
Bajo el acuerdo de Homs, mujeres, niños y ancianos tuvieron permiso para dejar la ciudad. El WFP dijo que tenía camiones listos para entregar provisiones de alimentos para un mes desde hoy.
Rusia, aliada y proveedora de armas y municiones de Assad, elogió el acuerdo de Homs como "histórico". Funcionarios de Occidente fueron menos efusivos y expresaron dudas, al decir que temían por la suerte de cualquiera que dejara áreas rebeldes para pasar a zonas controladas por el régimen de Assad, conocido por su ferocidad y sus represalias contra civiles. "Tenemos razones, sobre una base histórica, para ser muy escépticos", dijo la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Samantha Power.