Madrid. — Tras un dramático fracaso en la madrugada de ayer entre
sindicatos, patronal y gobierno por llegar a un acuerdo sobre la reforma laboral, el Ejecutivo
socialista de José Luis Rodríguez Zapatero dijo que la impondrá por decreto. Sin embargo, una nueva
ronda de negociaciones se desarrollaba anoche. La reforma laboral será “sustancial” y
nacerá para estar vigente “mucho tiempo”, adelantó Zapatero, quien firmará el decreto
el próximo miércoles. España padece un desempleo del 20%, y su régimen laboral tiene muchas
rigideces, recordó ayer el jefe de gobierno socialista.
Las palabras del gobernante llegaron horas después de que el ministro de
Trabajo, Celestino Corbacho, y los representantes de la patronal y los dos sindicatos mayoritarios,
CCOO y UGT, se levantaran sin acuerdo de la mesa de negociación. Esta fracasó por las divergencias
existentes sobre el costo del despido y las causas válidas para despedir trabajadores. Después de
una reunión de casi 11 horas, que finalizó a las seis de la mañana, los sindicatos acusaron a la
federación patronal CEOE de querer “aprovechar la crisis para conseguir antiguas
aspiraciones”. El presidente de los empresarios, Gerardo Díaz Ferrán, les achacó por su parte
no querer “ver la realidad”.