Las negociaciones oficiales entre la Argentina y los fondos buitre fracasaron y el país fue declarado en “default selectivo” por la calificadora Standard & Poor’s. Las gestiones encaradas paralelamente por bancos privados para comprar los bonos de los holdouts también se frenaron. Al respecto, hubo versiones encontradas. Algunas fuentes señalaron que esa vía se cerró en forma definitiva. Otras, que las conversaciones seguirían hoy, luego de un cuarto intermedio.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, responsabilizó por el fracaso de las conversaciones al juez de Nueva York Thomas Griesa y a los fondos buitre, que se negaron a conceder una cautelar que habilitara el pago a los bonistas que entraron a los canjes. El gobierno depositó hace un mes los fondos para pagar al 92% de los acreedores que aceptaron esa reestructuración pero el magistrado impidió que unos 539 millones de dólares depositados por Argentina de dólares sean transferidos hasta que cobren los holdouts. Tras un período de gracia, esos compromisos vencieron ayer.
Kicillof culpó a Griesa de crear una situación inédita y aseguró que Argentina seguirá pagando a los bonistas. En una conferencia de prensa ofrecida en el consulado argentino en Nueva York, pidió a los argentinos estar “tranquilos, mañana será otro día y el mundo seguirá andando”.
El ministro manifestó su desagrado por el comunicado emitido por el negociador Daniel Pollack, quien dijo que no hubo acuerdo y que el default era “inminente”. Dijo que “parece escrito para favorecer a una de las partes” y reiteró que el gobierno “está abierto al diálogo”.
Kicillof rechazó la calificación de “default selectivo” o “transitorio”, y aseguró que “ninguna” de esas opciones se encuentran en los prospectos firmados con los tenedores de títulos que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010.
El ministro también reveló que se enteró “por los diarios” sobre la difundida propuesta de la entidad de bancos Adeba de entregar una garantía de 250 millones de dólares y efectuar una compra de los títulos en manos de los fondos buitre, que finalmente también fracasó. “Me enteré por los diarios sobre la oferta de bancos argentinos pero supe que no fueron a la reunión”, indicó. No obstante, admitió: “No me extraña que haya un acuerdo entre privados”.
En las últimas horas, la noticia de que los banqueros de Adeba ofrecieron a los fondos buitres comprar la deuda, alentaron la posibilidad de un acuerdo e impulsaron a los mercados financieros: la Bolsa porteña subió casi 7%.
Banqueros. Sin embargo, el clima de optimismo se diluyó tras la conferencia del ministro Kicillof. Fuentes de los banqueros aseguraron que las conversaciones con los buitres iban por buen carril, hasta que el ministro señaló en la conferencia de prensa que “no se les iba a pagar más de lo que se les pagó a los demás”. En ese momento, dijeron los voceros, “los holdouts decidieron no seguir adelante”.
El negociador de los banqueros, el economista Sebastián Palla, decidió retornar a Buenos Aires. Pero por la noche, otras fuentes aclararon que las negociaciones no se cancelaron sino que pasaron a un cuarto intermedio.
Kicillof dijo que la Argentina ofertó a los buitres a ingresar al canje en similares condiciones que en 2005 y 2010, con una ganancia de 300%, pero la rechazaron porque “aspiran a ganancias imposibles para el Estado argentino”.
El ministro no ahorró quejas y críticas hacia Griesa porque dictó una “orden impracticable” que afecta la reestructuración de la deuda.
Calificadoras. Kicillof cuestionó a las calificadoras que colocaron en default selectivo al país. “¿Quién cree en agencias calificadoras a esta altura, por qué no le avisaban a los dueños de las hipotecas subprime?”, disparó.
Kicillof reiteró que “no se puede pagarles más que lo que se les paga a los bonistas que aceptaron los canjes, y ratificó que el gobierno argentino “no firmará cualquier cosa para resolver la situación creada”.