Los trabajadores municipales de Cañada de Gómez continuaban ayer con un paro de 72 horas que semana tras semana reeditan sin solución a la vista desde hace unos 40 días. El enfrentamiento inicial entre el municipio y los trabajadores se remonta a mediados de 2013 y paradójicamente se inició con el pase a planta permanente de cuatro profesionales, “cuando el conflicto debería darse porque no se efectivizó a más gente”, se indicó desde los despachos oficiales.
La Capital dialogó con la secretaria de Gobierno, Carina Mozzoni, quien considera que “el municipio cumple con todos los reclamos planteados en el acta de 2013, pero de golpe nos exigen un dos por ciento más de remuneración por antigüedad, algo que no estaba previsto” indicó la funcionaria.
Para Mozzoni, la medida pierde fuerzas. “Cada día son más los trabajadores que retoman su labor, por eso no se entiende la persistencia, cuando los que insisten con la misma son un grupo minúsculo”.
Pese al tono conciliador de la secretaria de Gobierno, el municipio se pronunció contra el conflicto y contra algunas amenazas sufridas por algunos funcionarios. En un comunicado señaló que “el sindicato volvió a rechazar los ofrecimientos para volver al trabajo. De esta manera una pequeña minoría que ejerce y defiende la violencia perjudica a los cañadenses y a los empleados que quieren trabajar pero les tienen miedo”.
Entre otros conceptos, el comunicado plantea que “este paro es tan irracional porque se funda en motivaciones políticas y la oposición lanzó la campaña 2015 de la peor manera, usa la violencia patotera contra el pueblo. La Municipalidad seguirá cumpliendo con la ley; pagando los sueldos que se determinen en paritarias y prestando los servicios básicos pese a los aprietes de este injustificable paro político. No a la pretensión de cobrar sin trabajar. No al saqueo de los recursos de los cañadenses por una minoría violenta. No a las cobardes amenazas de la patota a los empleados que trabajan”.
De la federación. Por su parte, el plenario de secretarios generales de los Sindicatos Municipales de la Provincia de Santa Fe de la FESTRAM respaldó la medida de los trabajadores cañadenses y convocó a una movilización para el viernes 28 frente a la Municipalidad.
La Federación repudió la decisión de la intendenta, Stella Clérici, a la que acusan de “una permanente provocación a los trabajadores en conflicto, que impide los espacios necesarios para acordar una salida consensuada a las legítimas reivindicaciones motorizadas por el Sindicato Municipal de esa ciudad”.