Leo Messi se hizo desear. Porque fue uno de los últimos en llegar a la concentración en Roma, y así puso fin a la interminable espera de cientos de fanáticos que aguardaban su arribo, como también el de todos los jugadores de Italia y Argentina, que se enfrentarán mañana en el estadio Olímpico.
Messi, junto con su compañero Javier Mascherano, llegó procedente de Barcelona y, entonces, la multitud que se reunió desde temprano en la concentración compartida de Il Parco Dei Principi Grand Hotel desconcentró el lugar tras la vigilia.
La Pulga se sumó a sus compañeros pero todavía está en duda su participación en el duelo de mañana. Es que el rosarino padece una sobrecarga en el cuádriceps de la pierna izquierda, que los marginó del amistoso del Barsa ante la selección de Malasia. Sin embargo, todo parece indicar que jugaría ante Italia.
Con la llegada de las figuras, atrás quedaron varias horas de tener que soportar un calor agobiante e innumerables momentos de emoción con la llegada de los jugadores de ambos planteles. Especialmente de los italianos, quienes despertaron admiración y asombro, sobre todo del público femenino.
La llegada del delantero argentino nacionalizado italiano, Daniel Osvaldo, para sorpresa de propios y extraños, se convirtió en un mar de gritos de admiración y deseos femeninos, como también en el caso del escultural y simpático Mario Balotelli.
De pronto, el prestigioso hotel ubicado en uno de los barrios más tranquilos y elegantes de Roma, muy cercano a la Vila Borghese, se convirtió en un hervidero en todo sentido, con vallados y personal de seguridad por todos lados e histeria de parte de los fanáticos.
En medio de todo, arribó el entrenador de la squadra azzurra, Cesare Prandelli, y los jugadores de ambos equipos. Y el que se detuvo y se tomó algunos minutos para firmar cientos de autógrafos fue el arquero y capitán Pierluigi Buffon.
Por otra parte, en la jornada de ayer se confirmó la baja en el seleccionado argentino del defensor Marcos Rojo (Sporting de Lisboa) por una distensión en la rodilla derecha. Por ese motivo, el entrenador Alejandro Sabella convocó al ex Newell's, Cristian Ansaldi (Zenit de Rusia).
Más tarde todo se tranquilizó, en Il Parco Dei Principi volvieron a eschucharse los cantos de los pájaros debajo de los reparadores árboles de sus alrededores, de pronto nadie quedó allí y empezó a parecerse al resto de Roma, que por estos días quedó casi vacía debido a que sus moradores salieron de la ciudad por las vacaciones.
Luego, en horario vespertino, ambos equipos cumplirán sus primeros entrenamientos con miras al partido del miércoles. Mientras los argentinos lo harán en el estadio Olímpico, los italianos trabajaron en la cancha número 10 del complejo D'Acqua Acetosa.
Ya comenzó la cuenta regresiva para el amistoso de lujo ante los italianos, encuentro que se llevará a cabo el miércoles en el estadio Olímpico de Roma en homenaje al Papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, primer pontífice de origen sudamericano en la historia.