Seguridad, el reclamo que deben atender los gobernantes

La comedia de enredos que se desató en la provincia de Santa Fe con las idas y vueltas del gobierno en torno del nombramiento del secretario de Seguridad, cargo que terminó recayendo en Horacio Ghirardi, marcan con nitidez absoluta que el área es crítica a la hora de la evaluación de la gente.

Lo aseguran todas las encuestas y, también, el siempre confiable sentido común: la principal preocupación de la ciudadanía es el auge del delito. La administración encabezada por Hermes Binner llegó al poder con saludables promesas de renovación y se encontró con los numerosos obstáculos que impone la compleja realidad. El error de intentar un modelo mixto para combatir la inseguridad, que se hubiera plasmado de haber asumido como secretario el ex jefe policial José Luis Giacometti, fue enmendado rápidamente con la elección de un hombre de la máxima confianza política, proveniente del riñón socialista: el ahora ex secretario de Gobierno rosarino Horacio Ghirardi.

Ojalá que la elección haya sido la correcta. Si bien es cierto que la provincia de Santa Fe está lejos de los altos niveles delictivos que exhibe Buenos Aires, la percepción de la gente debe convertirse en el barómetro que guíe indefectiblemente la acción de gobierno. Y lo que dicen los indicadores es: hay que actuar ya. No con impaciencia, menos aún con crispación, pero sí con resolución absoluta.

El gobierno parece haber decodificado bien el mensaje y obrado en consecuencia. Las internas no son el remedio que pueda curar la enfermedad, sino la acción, tal cual lo dijo el propio Ghirardi. quien parece tener claro el camino a recorrer para dar las respuestas que la sociedad espera y necesita.