La dirigencia de Central tiene muy claro que no hay estrategia de defensa o descargo que valga. El club sufrirá un duro castigo por la agresión al técnico Gustavo Alfaro, ocurrida el sábado en el Gigante de Arroyito. En ese sentido, los máximos directivos canallas estuvieron reunidos ayer en la sede social para articular los pasos a seguir, aunque sabiendo de antemano que la Secretaría de Seguridad Deportiva de la provincia sancionará a Central para que dispute los próximos dos o tres partidos en Arroyito a puertas cerradas. Esto se suma al encuentro que tampoco podrá ser presenciado por hinchas canallas a nivel internacional por la sanción de la Conmebol. Pero la prohibición de público local no sería la única medida, ya que el tribunal de disciplina de la AFA le aplicará una importante multa económica y también sufrirá cuatro o seis amonestaciones. Igual, como la mano viene tan complicada, no son pocas las voces de la institución que temen que la casa madre del fútbol argentino endurezca la posición y el escarmiento también alcance la quita de puntos.