“Llama poderosamente la atención que el único funcionario público que debió saber que en el local nocturno Scorpio en realidad funcionaba un prostíbulo era yo”, dijo molesto el presidente Comunal de Melincué, Gabriel Rébora, y agregó que “a 15 cuadras de la Jefatura de Policía de la Unidad Regional VIII y, a igual distancia de tribunales, donde tienen sus oficinas jueces y fiscales, había supuestamente un local donde se ejercía la prostitución”. Sostuvo que hay animosidad en el fallo y que pronto dará a conocer el problema personal que tiene con el fiscal de Cámara de Venado Tuerto, Fernando Palmolelli, precisamente quien dio a conocer la noticia.
Palmolelli confirmó que la acusación contra el jefe comunal de Melincué, Gabriel Rébora, quedó firme y en el corto plazo se hará el juicio en los tribunales venadenses. Rébora había sido procesado por mantener habilitado un lugar dónde se ejercía la prostitución. El defensor de Rébora, Antonio Di Benedetto, sostiene que hay animosidad en el fallo.
En medio de una causa en la que se le imputa “incumplimientos de los deberes de funcionario público” el dirigente precisó que “la Policía o la Justicia de Melincué tienen herramientas jurídicas para allanar lugares, detener personas, realizar inspecciones en un local donde se ejercía la prostitución ¿Y yo, como autoridad local, contando con apenas atribuciones administrativas para habilitar o no un local comercial, teniendo dos inspectores que van en bicicleta; debo ser el responsable de desbaratar una red de trata de personas como pareciera que algunos pretenden?”, ironizó Rébora.
Agregó que “la gestión anterior había dado la habilitación original. Nosotros habilitamos un bar en el local que está sobre la ruta 90; y un hospedaje en el otro local que se encuentra distante. Y los dos eran de distintos dueños. Jamás habilitamos un local nocturno para que se ofreciera trabajo sexual”.
Luego se mostró sorprendido tras remarcar que “por si todo esto fuera poco, el Bar Scorpio jamás fue clausurado ni por la justicia, ni por nadie. El operativo de gendarmería fue en octubre de 2012 y el cierre en diciembre de ese mismo año y cerró el dueño por su propia voluntad. Es una tomada de pelo”, detalló.
Rébora y Palmolelli eran amigos en tiempos pasados y ahora mantienen una relación tensa desde antes del procesamiento de Rébora. De allí que la defensa del mandatario sostiene que hay una marcada animosidad en el fallo.
Circo mediático. “Quién está haciendo de esto un circo mediático, el Fiscal de Cámara Palmolelli, tiene una cuestión personal conmigo que prontamente vamos a hacer público. Y la está aprovechando para escalar posiciones. Se me ha condenado antes de escucharme. Según consta en el expediente judicial en el allanamiento al local Scorpio no había trabajadoras sexuales ni tampoco habitaciones donde se practicaba sexo, solo un local bailable. Allí sólo se presentó un caso de violación a la ley de inmigración”, aseveró.
Además planteó que “si los propietarios de ambos locales están con falta de mérito dictada por la Justicia Federal en cuanto a la imputación de trata de personas o comercio sexual ¿Cómo se le puede adjudicar al presidente comunal un incumplimiento de los deberes del funcionario público por la misma situación? Creo que los deberes de funcionario público que se me pueden exigir son los más de 10 millones de pesos en obras con recursos propios, más la obra de gas para Melincué. Y los he cumplido como nadie. Todo lo demás es circo”.