"Yo ya no entiendo nada", protestó Marisa Medina, la mamá de Mario Secondino, el joven de 17 años que murió en 2008 en el intercambiador de la ruta 11 y la A012 atropellado por una mujer policía que iba en contramano. Es que la homicida, que fue condenada a prisión efectiva por este hecho y que debía presentarse para cumplir su condena el 19 de febrero último, ya se puso a disposición dos veces para que la encarcelen, pero la derivaron a su casa porque el expediente no llegaba a manos de la Justicia de Ejecución.
Raquel Murúa fue condenada en noviembre a tres años de prisión efectiva por homicidio culposo en accidente de tránsito. Su abogado, Sergio Leonardo Casas, explicó a La Capital que la mujer "no se presentó el 19 de febrero para cumplir su condena porque se fueron dando una serie de dilaciones a raíz de recursos extraordinarios que fuimos presentando, como un pedido a la Cámara de Apelaciones de prescripción de la causa, que superó los cinco años desde que fue iniciada, y que aún no fue contestado".
Además, "nunca tuvimos ningún conocimiento de que hubiera pedido de captura alguno. Buscada no está siendo", aseguró el letrado y comentó que Murúa "ya se presentó el viernes pasado y hoy (por ayer), se notificó, pero el expediente aún no había sido entregado por el Juzgado de Instrucción a la jueza de Ejecución por lo que no la detuvieron".
En este sentido, Casas indicó que el legajo habría ingresado en las últimas horas, por lo que hoy nuevamente la mujer se pondrá a disposición de la Justicia, aunque a través de su representante legal, quien intentará negociar las "características" del lugar de detención.
Al respecto, el abogado indicó que "tendría que ser alojada en un lugar donde su integridad no corra riesgo, tanto por los familiares de la víctima como por los propios detenidos. Procuramos que sea un sitio aislado, lejos de Rosario, y resguardado, es decir, que no se diga dónde está".
Amparo. Además de proponer posibles centros de detención para que Murúa quede alojada, su abogado adelantó que hoy presentará ante la Cámara de Apelaciones una acción de amparo por "no entender dónde está la gravedad para que en este caso deba hacerse efectiva la condena", detalló el profesional,
Casas calificó el fallo en contra de su clienta como "injusto y arbitrario. No hubo maliciosidad ni intención como para tomar una decisión tan drástica, cargada de subjetividad por el solo hecho de ser policía. Me parece bien que se haga justicia y que se den penas ejemplares, pero (Murúa) no es la persona indicada para hacerlo", consideró.
Por último, el letrado aclaró que su clienta, que estudia una licenciatura en Seguridad y que pedirá salidas transitorias para continuar cursando, "nunca va a tener que cumplir los tres años de prisión. Saldrá antes".