Los planes de las potencias occidentales para atacar a Siria sufrieron ayer algunos reveses luego de que el Parlamento británico rechazara la participación del Reino Unido en una acción militar, aunque Estados Unidos insinuó que podría lanzar la ofensiva por sí solo pese que ésta tampoco consigue aval de la ONU. En Siria, el presidente Bashar Assad advirtió que "se defenderá de cualquier agresión", mientras que expertos de la ONU continuaron recorriendo el territorio e investigando un presunto uso de armas químicas por parte del gobierno sirio que según Washington justifica una acción armada contra Damasco.
También ayer, el secretario general de la ONU, Ban Ki moon, dijo que el último día de trabajo de la misión de investigación será hoy. "El equipo saldrá de Siria el sábado por la mañana y me informará tan pronto como salga de Siria", explicó Ban en Viena. El diplomático también contó que habló con el presidente estadounidense, Barack Obama, para compartir esa información y pedirle que no tome ninguna decisión hasta que no finalicen las inspecciones en Siria y él mismo pueda presentar el informe final ante el Consejo de Seguridad, probablemente la semana que viene.
Entretanto crecen las exigencias hacia Obama para que él también obtenga luz verde del Congreso. Sobre todo los republicanos reclaman que un ataque a Siria cuente con legitimación parlamentaria. Un total de 116 parlamentarios, entre ellos 18 demócratas, firmaron una carta con esta demanda dirigida al presidente. El Congreso, que se encuentra en un receso veraniego de cinco semanas, podría volver a sesionar en cualquier momento para deliberar sobre Siria.
Estados Unidos, Francia y el Reino Unido comenzaron a preparar esta semana el terreno para lanzar un ataque contra Siria como castigo contra el gobierno de Assad por un ataque tóxico contra la insurgencia que busca derrocarlo, ocurrido el 21 de agosto en la periferia de Damasco.
Revés para Cameron. Sin embargo, los preparativos para el ataque, que parecía inminente, quedaron ayer en el aire luego de que el Parlamento británico rechazara sorpresivamente una moción del gobierno del primer ministro David Cameron sobre una posible acción militar en Siria para disuadir a su gobierno de que use armas químicas. "Está claro que el Parlamento y el pueblo británico no desean una acción militar, lo entiendo y actuaré en consecuencia", dijo Cameron tras la votación, que terminó con 285 votos en contra y 272 a favor de su moción y que cerró un encendido debate de siete horas y media.
Antes de votarse la moción del gobierno, los diputados británicos rechazaron otra presentada por el opositor Partido Laborista que exigía una "confirmación sobre el uso de armas químicas" y "pruebas convincentes de que el régimen sirio fue el responsable", previamente a decidir una respuesta militar.
La noche del miércoles, Obama afirmó que aún no decidió cómo responderá su gobierno a lo que él calificó como el comprobado uso de armas químicas en Siria, pero adelantó que un ataque a Damasco estará, "a largo plazo", en el interés de su país. No obstante, agregó que no tiene interés "en un conflicto con final abierto en Siria" o "una repetición de Irak" y que, si opta finalmente por un ataque, será "limitado". Además, el mandatario habló de la necesidad de una "respuesta internacional", pese a que su gobierno ya dio por hecho que China y Rusia vetarán cualquier autorización del uso de la fuerza contra Siria dentro del Consejo de Seguridad de la ONU.
Sin acuerdo. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y China) se reunieron ayer por segunda vez en 48 horas para discutir el presunto uso de armas químicas en Siria y nuevamente el encuentro terminó sin acuerdo.
Pero pese al fracaso de Cameron y al empantanamiento en la ONU, donde Rusia volvió a objetar los planes de ataque, Estados Unidos insinuó que podría acometer la ofensiva a Siria por sí solo. "Tomamos nuestras propias decisiones y de acuerdo a nuestro propios plazos", dijo la vocera del Departamento de Estado, Marie Harf.