Ignacio Scocco es el hombre del gol en este Newell's. Es el dueño de las máximas emociones rojinegras en el torneo. Una grata revelación para algunos. Para otros, una fascinante postal de plenitud en la madurez. Lo cierto es que en esta campaña, el delantero está mostrando su mejor perfil, lidera la tabla de artilleros con 10 conquistas y su nombre multiplicó varias veces su cotización. Además, con este torneo, Nacho se ganó elogios del fútbol argentino y su rendimiento le permitió calzarse la camiseta de la selección. Un semestre inolvidable para un jugador que aprendió a volar alto detrás de las fronteras y que regresó al Parque para compartir su bonanza.
Si termina como goleador del torneo, será el quinto jugador de Newell's que obtiene ese galardón en primera división después de José Canteli (1941), Alfredo Obberti (1971), Víctor Ramos (1983) y Ariel Cozzoni (1989/90). Sería algo histórico para este atacante de 27 años, que está a préstamo hasta junio del año que viene y su opción está tazada en 1.800.000 euros.
Si bien el hincha leproso siempre esperó goles desde su arribo, muy pocos imaginaban semejante nivel. Mucho menos teniendo en cuenta que no pudo realizar la pretemporada de manera normal y que estuvo entrenando por las suyas en el predio de Adiur, en una cancha de césped sintético, para ponerse a punto mientras se definía su dilatado pase a Newell's. Después de un tiempo que se estiró más de los pensado, finalmente el Al Ain de Dubai lo liberó y el punta debió trabajar desde el llano para ganarse un lugar en la consideración del Tata Martino.
La irrupción de Scocco desafió la lógica y los viejos axiomas futboleros. Sin la preparación debida, igual se las arregló para exhibir todos sus bríos desde el arranque, más allá de que en el inicio del certamen fue Mauricio Sperduti el que actuó como delantero centro del elenco rojinegro. Aceptó el desafío, trabajó sin efectuar reclamos y cada vez que saltó a la cancha desde el banco sumó méritos para poder abrazar la titularidad. Así, su llegada al once principal llegó como una decantación natural.
Curiosamente, su primer cotejo desde el primer minuto fue en el 3 a 3 ante River en el Monumental, en la 6ª fecha del campeonato. Así, quizás más tarde que temprano, Scocco se vistió de titular y poco después se transformó en un indiscutido. En un valor trascendental y desequilibrante de este equipo. En la mejor desembocadura para las saludables intenciones de juego colectivas. En bombazos salvajes, piruetas de antología y auténtico poder de fuego.
Este presente le adosó una gran dosis de tranquilidad y suficiencia a su labor. De los 10 goles que marcó, la mitad la consiguió en condición de local y la otra de visitante. Eso también expone el temple que incorporó y que a la hora de poner la mira en el arco rival, no lo intimida ninguna camiseta, ni ningún escenario. Les anotó a San Martín SJ, Estudiantes, River (2), San Lorenzo, Colón, Arsenal (2), Godoy Cruz y Unión.
Señaló de penal, de cabeza, de lejos y hasta de chilena. Eso habla de un jugador completo, que se anima a merodear otros sectores de la cancha y que a la hora de definir encuentra una amplia gama de recursos, siempre con una cuota impactante de explosión e infalibilidad. Un retorno soñado, que se disfruta en el Parque.
El primero del club en llegar a 10 goles en torneos cortos
Con el tremendo golazo que le convirtió el sábado pasado en el segundo tiempo a Unión, en Santa Fe, y sirvió para el empate, Scocco se convirtió en el primer jugador, surgido de la cantera de Newell's, en alcanzar la meta de 10 goles en la modalidad de torneos cortos.
Desde que se juegan los campeonatos con el formato dividido en Apertura y Clausura, sólo el uruguayo Joaquín Boghossian (11 tantos en el Apertura 2009), el paraguayo Tacuara Cardozo (11 en el Apertura 2006 y 10 en el Clausura 2007) y el colombiano Julián Vásquez (11 en el Apertura 2003), consiguieron ese logro. Esto marca la importancia de lo conseguido por Scocco, quien, a falta de dos fechas, lidera la tabla de goleadores con 10 y es seguido de cerca por Ferreyra (Vélez) con 9, Stracqualursi (San Lorenzo) con 8 y Cauteruccio (Quilmes) con 7.