El día después de la aplastante victoria del candidato oficialista Juan Manuel
Santos en el ballottage presidencial de Colombia transcurrió entre las congratulaciones de los
gobiernos de la región, mientras el ganador comenzaba a perfilar su futuro gabinete. Santos se
reunió ayer con el presidente Alvaro Uribe, su mentor, y anunció el nombramiento de un reconocido
economista como su futuro ministro para esa área. El traspaso de poder se hará el 7 de agosto.
La victoria de Juan Manuel Santos, por 69 por ciento a apenas 27 por ciento de
su oponente Antanas Mockus, estaba muy anunciada y representa el continuismo de las exitosas
políticas de Uribe, aunque el presidente electo tenga su propio estilo y esté por definir el acento
de su administración, coincidieron en Bogotá diversos analistas.
Santos y Uribe sostuvieron en la sede de gobierno una reunión de trabajo por
cerca de dos horas, en la que revisaron temas relacionados con la economía y la justicia. Es lo que
en Colombia se llama "el empalme", o sea, la transición entre un gobierno y otro. Más tarde Santos
hizo saber que nombró a Juan Carlos Echeverry como ministro de Economía. El nombramiento era
ampliamente esperado, dado que Echeverry se desempeñó como asesor principal de Santos en temas
económicos durante su campaña.
El triunfo de Santos era "una crónica de una victoria anunciada, creo que nadie,
ni siquiera Mockus dudaba que él (Santos) iba a ser el vencedor, y esto por cuanto la primera
vuelta fue tan contundente la diferencia que no deja lugar a dudas", dijo Alejo Vargas, profesor de
ciencias políticas en la Universidad Nacional.
En la primera vuelta, celebrada el 30 de mayo, Santos consiguió 47 por ciento de
los votos y Mockus, 21,5 por ciento. Por tanto fue "muy previsible el resultado, este país sigue
pensando como preocupación principal en la seguridad, que fue el gran activo electoral de Uribe,
ahora nuevamente lo es de Santos", dijo por su parte Armando Borrero, ex asesor de seguridad
nacional en los 90. "El electorado que siempre votó por Uribe, y le dio dos victorias, también votó
por Santos", agregó Borrero.
El presidente electo, un economista de 58 años y una larga carrera pública
iniciada en los 80, también "logra congregar el factor económico", es decir, el empresariado, dijo
Bibiana Clavijo, investigadora de la Universidad del Rosario.
Estilos opuestos. Si bien se descuenta que Santos mantendrá la iniciativa contra
los grupos armados ilegales y dedicará parte de sus esfuerzos a enderezar la economía, "aún hay que
esperar a ver qué va a hacer cuando llegue" al cargo, dijo el analista y ex viceministro de
Justicia Rafael Nieto. Es que las diferencias de estilo entre Santos y Uribe son notables. Mientras
"Santos es mucho más conciliador y más dado a buscar acuerdos, el presidente Uribe es más
confrontacional", lo que ha ocasionado conflictos sin precedentes con el Poder Judicial y los
países vecinos. Santos, agregó, "está más inclinado a la construcción de equipos de trabajo con
alto nivel técnico, tiende a trabajar en equipo", mientras Uribe es de un marcado individualismo,
al punto que algunos de sus ministros son vistos como simples asistentes. Y el continuismo de
políticas de una administración a otra no significa que "Santos sea un amanuense o títere de Uribe.
Se equivocan" los que así piensen. "Santos no será Uribe III".