El populoso barrio Ciudadela de la capital santafesina era la imagen de la consternación en la gélida mañana de ayer, tras la muerte de siete personas en un incendio.
El populoso barrio Ciudadela de la capital santafesina era la imagen de la consternación en la gélida mañana de ayer, tras la muerte de siete personas en un incendio.
Vecinos y familiares de la familia Palacios lloraban en la vereda abrazados, sin consuelo, mientras los bomberos y la policía retiraban los cuerpos sin vida del matrimonio integrado por Sergio Carlos Palacios, de 54 años de edad, su esposa María Cavallero (50), los tres hijos de la pareja, Natalia (29), Francisco (21) y Stefanía (16), Abril Gambini (5 años) nieta del matrimonio dueño de casa y Azucena Guntren (70), madre de Palacios.
Todos murieron intoxicados por inhalación de gases tóxicos al incendiarse la vivienda familiar, pasadas las cinco de la madrugada, en la mayor tragedia doméstica que se recuerde en la región.
"Las víctimas murieron por asfixia", dijo como primera conclusión el jefe de la UR I, comisario Rafael Grau. Según el jefe policial los peritos que trabajaron en el sitio siniestrado junto al juez de instrucción Diego de La Torre determinaron que "el proceso ígneo tuvo origen en un ambiente donde hay un calefactor".
Gases tóxicos.Las pericias determinaron luego que unas prendas de vestir que se secaban cerca del calefactor entraron en combustión. De inmediato el fuego se propagó hasta alcanzar un techo de machimbre y lana de vidrio que diseminó los gases tóxicos que provocaron la intoxicación masiva a los siete miembros de la familia. La inhalación de este tipo de gases produce en un primer momento un adormecimiento antes de provocar la muerte, por la cual los investigadores suponen que los moradores fallecieron antes de que el fuego se extendiera.
El escenario del siniestro que conmocionó ayer a la ciudad capital y se amplificó en horas a nivel nacional, es una vivienda interna de Saavedra al 4900, al fondo de un pasillo donde hay otras tres unidades habitacionales.
La policía confirmó que las siete personas fallecieron estaban durmiendo en el inmueble al generarse el siniestro. Fueron los vecinos de la familia Palacios quienes advirtieron las llamas y el humo que provenían del interior de la vivienda y alrededor de las cinco dieron el alerta. Minutos después dos dotaciones de Bomberos se abocaron a controlar el siniestro y una vez conjuradas las llamas ingresaron al lugar en búsqueda de los ocupantes.
Al ingresar, los bomberos hallaron cinco cadáveres en una de las habitaciones, mientras que otras dos víctimas fatales se encontraban en otra dependencia del domicilio, cercana al antebaño.
Testimonio de un vecino.Un vecino que intentó, en vano, ingresar a la vivienda usando una barreta con la intención de forzar la puerta de entrada antes de que llegaran los bomberos y la policía, relató que cinco cuerpos fueron hallados en el interior de una de la habitaciones y otros dos yacían en la puerta de ingreso al baño, como si hubiesen intentado desplazarse antes de caer desvanecidos.
Sergio Palacios se desempeñaba como empleado en la Dirección Provincial de Vivienda y con su familia residían hace muchos años en el barrio, donde eran reconocidos por vecinos como una "familia muy unida y muy buena gente".