El comediante Adam Sandler se pasó a las ligas infantiles en "Cuentos que no son
cuento", el filme que se estrena mañana en los cines rosarinos. Se trata de la "película familiar
que siempre quise hacer" dijo el actor de la nueva cinta de Disney de corte fantástico. "Tenía
ganas de hacer una película que algún día mi hijo pueda ver y que después pudiera mirarme a los
ojos. Por eso cuando leí «Cuentos que no son cuento» sentí que éste era el proyecto", contó
Sandler.
—¿Cómo te sentís haciendo una película para la familia?
—Es muy emocionante. Mis amigos tienen hijos y estamos encantados de
participar en una película que vamos a poder ver en casa y sentirnos cómodos, mostrándosela a
personas de todas las edades. Tenía ganas de hacer una película que algún día mi hijo pueda ver y
que después pudiera mirarme a los ojos. Muchas veces los niños ven mis películas de todos modos,
incluso cuando no deben y luego algunas madres terminan gritándome y me dicen que he sido una mala
influencia para sus hijos, que les enseñé a orinar en las paredes y a hacer otras cosas terribles.
Por lo tanto, quería asegurarme de hacer una película en mi carrera por la cual las madres me
abrazaran y pensé que podría ser esta. Ahora tengo hijos y siempre he querido hacer una película
para la familia.
—¿Leés cuentos a tu hija a la hora de dormir?
—No soy tan bueno para contar cuentos para dormir. Se supone que deben
hacer dormir a los niños, Pero mi hija se irrita y enloquece y mi esposa tiene que venir y decir
"Vamos, sal de la habitación". La mayoría de mis historias en casa se cuentan de una manera similar
a la manera en que se cuentan en la película. Mi hija me da un tema y partimos desde allí.
—¿Cuál fue tu cuento favorito cuando eras niño?
—Las historias de "Creo que puedo", sobre una pequeña locomotora que sí
pudo fue muy importante cuando era niño. Mi hermana mayor ya iba a la facultad de odontología en
esa época y yo solía decirle todo el tiempo: "Creo que puedo", porque la veía llorar por lo
difíciles que eran sus estudios. Ella dice que esas palabras le ayudaron al menos a sonreír a lo
largo de su carrera. Así que ¿ves toda esa alegría que he dado a la gente durante tantos años? ¿Qué
hay para mí? (risas).
—¿Cuál te gustó más de las historias que tu personaje les cuenta a los
niños?
—Me veía muy bien con el sombrero de vaquero y creo que lucía fantástico
con los pantalones de cuero. También realmente me veía bien con el traje de gladiador. Al menos
creo que me veía bien a juzgar por la reacción de mi coestrella Keri Russell y de Adam Shankman.
Cuando aparecía disfrazado exclamaban: "¡Oh, por Dios!".
—¿Qué tipo de hombre es tu personaje?
—Es un tipo muy trabajador. Su padre había sido el propietario del hotel
en el que trabaja, cuando era niño, pero no era un gran hombre de negocios y tuvo que venderlo.
Hizo un trato con el nuevo propietario: que un día Skeeter podría dirigir el hotel. Por lo tanto mi
personaje trabajó y trabajó a la espera de que esto sucediera y cuando llega el día tan esperado,
le dan el trabajo a otra persona.
—¿Por qué estabas interesado en que Keri Russell fuera tu coprotagonista?
—Me pareció fantástica en la película "Recetas de amor". Cuando mi esposa
Jackie, que vio la película conmigo, me dijo: "Me gusta esa chica", pensé: "Qué bueno que pueda
usarla en la película " (risas). Keri es increíblemente inteligente y agradable. Todo el mundo la
amaba y siempre era agradable con los niños. Yo me quedaba sin saber qué decirles y me sentía mal.
Yo trataba de hacer reír a los niños, lograba un par de carcajadas y se quedaban mirándome y
esperando más y yo los miraba y les decía: "Vayan con Keri que los va a entretener, es allí"
(risas).
La película es una producción de Disney y se estrena mañana en los cines
rosarinos
Martín González Oliva
Especial / La Capital