Tras dos días de paro, el gremio de los municipales logró ayer ser recibido por el jefe comunal de San José de la Esquina, Enrique Manjón, a quien acusa de "maltratar al personal".
Tras dos días de paro, el gremio de los municipales logró ayer ser recibido por el jefe comunal de San José de la Esquina, Enrique Manjón, a quien acusa de "maltratar al personal".
Si bien el mandatario local no tuvo presencia en la sede comunal mientras los más de cien trabajadores se manifestaban para hacer oír su reclamo, finalmente optó por convocar al sindicato a una reunión en busca de soluciones.
La instancia de diálogo surgió luego de que los huelguistas se concentraran a la mañana frente la sede comunal, incendiaran neumáticos y arrojaran bombas de estruendo. La ruidosa protesta cesó luego de que el jefe comunal comunicara su decisión de recibir al gremio en horas de la tarde.
Antes del encuentro, que al cierre de esta edición continuaba, crecieron las expectativas sobre la posibilidad de un acuerdo, aunque nadie se atrevía a arriesgar un resultado.
"Estamos tranquilos porque logramos el objetivo de que Manjón nos reciba para sentarnos a dialogar", dijo horas antes del esperado encuentro el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Casilda y comunas adheridas, Walter Britos, quien además recordó que "las veces que fue convocado por el Ministerio de Trabajo, en Casilda, nunca se había presentado".
El dirigente expresó además que el gremio está "muy conformes con la actitud que asumieron los compañeros de dar pelea para terminar con situaciones de maltrato y decisiones arbitrarias que no pueden ser toleradas". Britos aseguró también que "por lo menos quince trabajadores sufrieron descuentos o quitas de suplementos en sus haberes sin justificación alguna".
Además, el conflicto posibilitó que los trabajadores comunales se organicen para elegir delegados gremiales puesto que quienes cumplían esa función renunciaron hace tiempo.