Siente que en breve saldará esa gran deuda interna que tiene fundamentalmente con los hinchas de Central. Rodrigo Salinas viene demostrando tener la pólvora mojada bajo sus suelas especialmente. Hasta el momento, el punta no pudo disfrutar el sabor del gol con la casaca auriazul. Pero confía en sus condiciones para quebrar esa racha adversa que lo envuelve desde que recaló en Arroyito. “Pese a todo, estoy tranquilo. Tengo que jugar para el equipo ante todo porque sé muy bien que el gol ya llegará sólo”, confesó el delantero sin inmutarse y como tratando además de brindar un mensaje de esperanza a la masa canalla. ¿Logrará sacarse mañana esa mufa ante Guillermo Brown?
—Un delantero que en tres fechas no pudo convertir como vos, ¿siente bronca, impotencia o qué otra cosa?
—Tranquilidad. Sobre todo por lo que viene haciendo el equipo. En lo personal no siento bronca porque ya llegará el gol.
—¿Tomás esta chance de seguir entre los titulares como una nueva prueba en lo personal?
—No, lo tomo como un partido más. Para mí no es ninguna prueba porque sé lo que puedo dar. El técnico ya me vio jugar y sabe lo que doy. Si sigo estando en el equipo es porque sabe que puedo aportar cosas.
—De eso no hay dudas, de lo contrario no seguirías en el equipo.
—Es que él sabe cómo estoy y lo que puedo darle al equipo. Confío en mis condiciones y trato de mantener la calma porque me perjudico sólo.
—¿Qué sentís que te falta para decir acá “estoy yo”?
—Me falta el gol. Pasa que la gente quiere eso de un delantero. Que marque. Por eso no debo desesperarme porque en cualquier momento lo haré.
—¿Hablaste con Pizzi o con tus compañeros acerca de este tema?
—Sinceramente no lo hice. No estoy desesperado porque acá lo más importante es el objetivo a nivel grupal, pese a que sé que debo convertir. La palabra desesperación trato de no utilizarla.
—¿Notás que al jugar con otro nueve como Castillejos condiciona tu trabajo en la definición?
—No creo que eso influya en mi rendimiento. De hecho, también tuve chances pero nos las pude convertir. Situaciones se generan, pero lo único que me falta es que la pelota entre. Eso me servirá para agarrar más confianza.
—¿Recibir a un equipo endeble como Guillermo Brown los favorece en algo?
—No, para nada. Hay que tratar de que no quiera levantarse con nosotros. Pasó en otras ocasiones, donde uno venía mal y terminó ganando al que era más fuerte. Esto es fútbol y nunca hay que dar por sentado o ganado un partido.
—Se percibe que este grupo muestra un marcado respeto por Guillermo Brown pese a que es un equipo que viene muy mal, ¿es tan así?
—Sí, porque no hay que subestimar a nadie. Al contrario, hay que demostrar respeto por todos.