La novedad provocó una inocultable alegría en todos aquellos que se iban enterando: el libro inédito de Roberto Fontanarrosa, "Negar todo y otros cuentos", que hasta ahora no se había dado a conocer por el litigio en curso entre el hijo y la última esposa del humorista y escritor, fue finalmente publicado por Ediciones de la Flor —su sello de siempre— y será presentado este sábado a las 16 en la Feria del Libro.
Se espera que una multitud colme esa tarde las instalaciones de la sala Leopoldo Lugones, en La Rural, donde el narrador y periodista mexicano Juan Villoro en compañía de su colega argentino Juan Sasturain encabezará el acto, que contará también con la presencia de la rosarina Marina Naranjo, ex secretaria de Cultura municipal, quien fue la diagramadora histórica de los volúmenes de Inodoro Pereyra. Además, los actores Daniel Aráoz y Coco Silly leerán textos del esperado libro.
En charla con La Capital, uno de los dos propietarios de De la Flor, el legendario Daniel Divinsky, contaba los fundamentos de la decisión editorial, que permitirá a la numerosa legión de admiradores de la obra del Negro tener acceso a los últimos textos que escribió el rosarino, antes de sucumbir a una cruel enfermedad en julio de 2007.
"El fallo que autorizó la publicación de la obra fue apelado, pero como sus fundamentos son sólidos nos decidimos a editarla. Hace largo tiempo que estaba lista y es una deuda que teníamos con el Negro, con quien mantuvimos una larguísima y afectuosa relación signada por la confianza", cuenta Divinsky, editor de veteranía y prosapia.
Interrogado sobre su conocida tarea como "pulidor" de los cuentos del creador de Boogie el Aceitoso, el difusor de tantos éxitos da detalles: "Yo siempre hacía el corte final de los cuentos del Negro y en este caso, por las cuestiones conocidas, mi participación fue aún más intensa".
_Ábranos una carta, Divinsky: ¿cómo ubica este libro dentro de la obra de Fontanarrosa?
_Bueno, son veinticuatro cuentos y varios están entre lo mejor que escribió. Otros son normales, si es que se puede usar esa palabra: él siempre aspiraba a lograr un promedio, pongamos, de seis puntos, tal como lo hacía en su chiste diario para Clarín. Lo importante era no caerse de esa cifra. Pero si tengo que ponerle una calificación a este libro, sin dudar le daría ocho puntos.
_¿Cuál de los dos le gusta más, el Fontanarrosa cuentista o el novelista?
_Él escribió tres novelas (Área 18, Best Seller y La gansada), pero sus cuentos tienen la gran virtud de la sintesis. Además, ninguno carece de remate, al igual que sus chistes. O sea que todos, desde los mejores hasta los más "normales", tienen atractivo para el lector. Para la novela, en cambio, al Negro le faltaba paciencia.
_¿Y cuál es el aporte de Fontanarrosa en el terreno específico del lenguaje? Porque lo que escribía dista de aproximarse a ese "castellano neutro" que tanto ponderan actualmente ciertos editores.
_Lo del Negro es innegablemente bien argentino. Una de las características de su lenguaje, además del uso del coloquial, es el constante empleo de la ironía y de la "macchietta", la imitación de ciertas jergas, como, por ejemplo, la del Reader's Digest.
_¿Y no se puede asegurar que el perfume que impregna su lenguaje es inconfundiblemente rosarino?
_Por supuesto. Lo que él escribió es rosarino hasta la médula, no se pudo haber hecho en Buenos Aires.
Más allá, entonces, de las complejidades del proceso judicial en curso en torno de los controvertidos derechos de su obra, los lectores podrán al fin tener acceso a las palabras que aún no conocían de Roberto Fontanarrosa. Y ese es un hecho que ciertamente merece una sonrisa, de esas que al Negro tanto le gustaba despertar.