Las Parejas.— El pasado 19 de agosto, Daniel Abregú, un hombre de 40 años con una enfermedad crónica en los riñones, intentó calmar a un grupo de jóvenes que pedían de manera violenta que su sobrino saliera de la casa. Pero apenas salió para intentar ser escuchado, fue atacado brutalmente. El hombre, que apenas pesaba 43 kilos, murió después de agonizar un mes a causa de los golpes que le propinaron.
El caso, que comienza a ser difundido por la familia de la víctima en el marco de una campaña "pidiendo justicia", conmociona a los pobladores de esta ciudad del departamento Belgrano, no sólo por la brutalidad desplegada contra un hombre indefenso, sino además por la desidia policial a la hora de tomar la denuncia.
Eran alrededor de las 7 de la mañana cuando un sobrino de Daniel ingresó a la casa en un momento en el que era perseguido por jóvenes. La "patota", como él la llamó, lo buscaba porque previamente había salido en defensa de otro muchacho al que estaban golpeando.
Pero la violencia con la que gritaban en las afueras de la casa hizo que Daniel saliera a calmarlos. Bastó que dijera "dejen de molestar, váyanse a sus casas", para que empezara a recibir todo tipo de golpes.
Según Alejandra, hermana de la víctima, los muchachos (seis en total, tres de ellos menores de edad) lo tiraron al piso, le pegaron patadas, le fracturaron un hombro, y le golpearon la cabeza.
Las dolencias fueron aumentando con las horas hasta que al día siguiente el médico que lo dializaba detectó la gravedad de su estado. Fue internado en varios centros de Rosario y Cañada de Gómez hasta que pasado un mes, el 20 de septiembre, falleció en su casa.
El caso ya está en la Justicia de Cañada de Gómez, y tiene como detenido a un mayor de edad, cuya identidad por el momento se mantiene en reserva. El abogado de la familia, Marcelo Bertoya, precisó que el caso está siendo investigado, pero por el momento está bajo se secreto de sumario.
Por su parte, Alejandra contó que Daniel se dializaba desde que tenía ocho años a causa de una enfermedad crónica en los riñones, e informó que luego de los golpes fue internado en el Sanatorio Plaza, luego en el Rosendo García, posteriormente en Cañada de Gómez, hasta que los médicos resolvieron que continuara el tratamiento en la casa, debido a que el caso era "irreversible".
Otro caso."No fue el único hecho violento que tuvimos ese día. Mi sobrino fue testigo de la golpiza a otro muchacho. Junto a otro amigo intentó ayudar, pero tampoco pudieron lograr nada porque también fueron atacados —añadió la mujer—. Lo que mi hermano sufrió ese mes fue mucho más que los 32 años que lleva enfermo de los riñones. El llevaba muy bien su enfermedad. A nosotros nos arrebataron la vida de mi hermano".
La familia rompió el silencio en torno al caso y salió a pedir "que se haga justicia, que paguen por lo que hicieron. Nadie sabe lo que se sufrió en todo este último mes", añadió Alejandra, tras contar que Daniel murió en sus brazos.
Desidia.Pero la bronca de los Abregú no sólo apunta a la creciente violencia y a la desgracia que hoy vive la familia. "No nos tomaron la denuncia", protestó la hermana del hombre muerto, y denunció haber sido víctima de la desidia policial en la comisaría local, ya que el día posterior a la golpiza "policías no quisieron tomar la denuncia". La mujer recordó que esa acción "fue negada por un policía familiar de uno de los golpeadores".
También contó que intentaron presentar una historia clínica del estado de salud de Daniel, pero ni siquiera fue mirado por el efectivo policial. Luego, fue otras dos veces a la dependencia policial y tampoco quisieron tomar nota de su testimonio.
La familia Abregú colocó afiches en Las Parejas que muestran una leyenda y el rostro de Daniel. "Lo único que buscamos es justicia. Que paguen por lo que le hicieron a mi hermano. No tenemos consuelo", remarcó.
La jornada arrancó con la suspensión de actividades en algunas escuelas confesionales, pero la mayoría mantuvo las puertas abiertas
Por Leandro Garbossa