Russo pretende la llegada de delanteros para reforzar la ofensiva
Cuando la primera mitad del torneo llegó a su fin se comenzó a hablar de posibles refuerzos. Miguel Russo, en una charla íntima con Ovación, confirmó que su deseo es sumar dos delanteros y, a priori, el análisis del entrenador canalla tiene sustento. Al menos desde lo números.
19 de diciembre 2012 · 01:00hs
Cuando la primera mitad del torneo llegó a su fin se comenzó a hablar de posibles refuerzos. Miguel Russo, en una charla íntima con Ovación, confirmó que su deseo es sumar dos delanteros y, a priori, el análisis del entrenador canalla tiene sustento. Al menos desde lo números. Es que haciendo un repaso de lo que fue el desempeño de los atacantes suena entendible que la búsqueda se oriente hacia lo encargados de definir en el área contraria. Muchas veces los números avalan y este caso no es la excepción. Central convirtió 21 goles en las 18 fechas y sólo seis fueron convertidos por delanteros.
El armado de cualquier equipo contempla cierto equilibrio. Este Central lo fue encontrando de a poco. Se consolidó de mitad de cancha hacia atrás (lleva más de seis partidos sin que le conviertan) y además el mediocampo dio un salto cualitativo importante. El volumen de juego de los últimos partidos es una muestra fehaciente de ello.
¿Qué ocurre en la ofensiva? Se generan situaciones en buena cantidad pero se convierte muy poco. Claro que el karma con el que Central tuvo que lidiar con el tema de los delanteros no es nuevo. Más bien todo lo contrario. La falta de gol fue lo que les costó el puesto a Héctor Bracamonte y Javier Toledo especialmente.
Sí es un hecho que este equipo cumple con uno de los puntos más difíciles y que tiene que ver con el acompañamiento goleador por parte de los mediocampistas. No hay entrenador que no busque que sus volantes no sólo lleguen al área contraria sino que también conviertan. Este Central lo hace. Es más, de no haber sido por la eficacia de los integrantes de la zona media, difícilmente se hubiese podido terminar la primer rueda entre los tres primeros como se terminó.
Siete fechas tuvieron que pasar para que un delantero anotara su primero gol. Fue Bracamonte contra Atlético Tucumán, quien rompió el maleficio. Pero el paso hacia adelante que se dio fue, a la larga, demasiado corto.
La aparición de Coniglio encendió una pequeña luz de esperanza. Aquel gol contra Douglas hizo pensar que el tema estaba en vías de resolución, pero no. Sólo el grito frente a Defensa. De allí en adelante llegó la sequía también para el cordobés. Una sequía que también tuvo como protagonista a Medina, aunque el chaqueño está más para el desequilibrio externo.
Hoy no hay ningún delantero (Bracamonte ya está fuera del club) que haya podido al menos igualar la marca de tres goles con que cuentan tres de los mediocampistas (Nery Domínguez, Méndez y Lagos).
Este es el ejercicio que seguramente hizo Russo para apuntar los cañones hacia dos delanteros. Lo que se viene es la búsqueda, que de por sí no será sencilla. Porque apuntar de manera correcta no es fácil para nadie y mucho menos lo será para este técnico y esta dirigencia que ya dieron algunos pasos en falso en el rubro refuerzos. De todas formas el margen de error está siempre ahí.
Lo que hasta aquí parece atinado es la lectura realizada. Mientras el resto responda y acompañe como hasta ahora esa búsqueda se tornará más llevadera, pero un equipo con gran poder ofensivo estará más cerca de alcanzar los objetivos trazados. Hoy Central ese poder de gol lo encuentra en el resto más que en sus delanteros. Y allí está la explicación de porqué Russo, después de mucho meditar, optó por ir a la caza de jugadores de esas características.