Rugby: Hourcade se siente un "privilegiado" por poder conducir a Los Pumas

Daniel Hourcade es un hombre sencillo, una persona que según los que tiene cerca, así como confía, exige. Es un hombre que prioriza los valores humanos por sobre todas las cosas, alguien que no se cansa de decir que "el rugby es todo para mí" y se autodefine como "un ovalado 100 por ciento".. El Huevo, como lo apodan en el ambiente de la ovalada, fue entrenador de Universitario y Huirapuca (donde produjo una verdadera revolución al cambiar el meta maul por el juego abierto) en su Tucumán natal y conoce muy bien todos los seleccionados de la UAR. Arrancó como entrenador en 1978, dirigiendo a juveniles de su club y desde allí recorrió un largo camino. Su extensa trayectoria como DT habla por sí sola, por más que muchos se acuerden de él por sus logros alcanzados con la selección de Portugal, un equipo sin tradición rugbística, al clasificarla al Mundial de Francia 2007 o bien por el campeonato obtenido con Los Pampas en 2011 en la Vodacom Cup. Por eso no extrañó que el 23 de octubre de 2013 lo designaran como head coach de Los Pumas para la ventana internacional de noviembre de ese año tras la abrupta renuncia de Santiago Phelan y que el 11 de diciembre lo confirmaron en el cargo (a él y a todo su staff) hasta después del Mundial 2015.

El sueño de entrenar a Los Pumas, que tantas veces le confesó a su círculo íntimo de repente se le hizo realidad, aunque como él mismo destacó "las circunstancias no fueron las ideales, es más, fueron desagradables para todos. No hubo esa alegría, ese disfrute que hubiese sido lo natural. Me siento un privilegiado desde hace mucho tiempo, desde que me dedico a esto de manera profesional, algo que no fue mi intención sino que se fue dando. Para mí no es un laburo, lo siento como lo sentí siempre, como una pasión. Te imaginás que algo que siempre fue mi forma de vida, se convirtió también en mi medio de vida... es un privilegio en los tiempos que corren".

—¿Qué fue lo primero que hiciste cuando te enteraste de la noticia?

—Yo estaba en Canadá, con los Jaguares, y lo primero que hice fue llamarlo a Tati (Santiago Phelan), porque yo era parte de su equipo de trabajo y aparte es mi amigo. El me dio su apoyo inmediato: «soy el hincha número uno de Los Pumas. Estoy a muerte con ustedes», me dijo... Tati es un fenómeno, una persona que no merecía haber terminado su ciclo así. Después pasó el tiempo, nos acomodamos y fuimos ratificados con el staff.

—La confirmación hasta el Mundial, ¿te dio tranquilidad?

—Yo siempre tuve tranquilidad. Era mi obligación, mi responsabilidad. Si me pedían que vaya de utilero, iba. Uno está siempre para sumar desde donde le toque. La confirmación sirvió, más que nada, para poder definir todo. Justamente a partir de ahí uno empieza a elaborar y a trabajar los proyectos y a organizar con el tiempo necesario para poder encarar un desafió tan importante como es el de Los Pumas. Estamos trabajando y es un camino largo y corto a la vez, largo por todo lo que hay que hacer y mejorar, y corto por el tiempo que hay. Este es un hermoso desafío y estoy convencido de que estamos por el camino correcto.