Rufino se recupera del violento temporal que se desató anteayer por la tarde, provocando serios destrozos en una estación de servicios, una planta cerealera y dejando un regadero de árboles y ramas por toda la ciudad. El intendente Natalio Lattanzi estimó que las tareas de limpieza de la forestación caída llevará no menos de una semana, y dependerá también de la asistencia externa de herramientas y maquinarias que el municipio hasta ayer no disponía.
"Por suerte no tenemos que lamentar víctimas, pero los destrozos internos son muchos: registramos la caída de 250 árboles, de los cuales más de treinta fueron derribados por el viento dentro del parque municipal histórico. Nos hacen mucha falta motosierras, tractores, palas mecánicas y retroexcavadoras para retirar todo. Hemos estado pidiendo a Vialidad, pero no tenemos novedades hasta el momento y la necesidad es inmediata", comentó ayer a La Capital el intendente rufinense.
"Hay cuatro dotaciones trabajando con personal municipal y de bomberos voluntarios. En total tenemos más de setenta personas abocadas a las tareas, que nos van a llevar entre una semana y diez días para dejar la ciudad en condiciones", especuló Lattanzi, y agradeció a los vecinos que se sumaron a la labor con herramientas propias y mano de obra, lo cual "es de gran apoyo".
Además de los daños forestales, la fuerte tormenta que afectó principalmente a las localidades del departamento General López, en el sur provincial, provocó el desprendimiento del techo de una estación de servicio Esso ubicada sobre la ruta 7, cuya estructura de chapas quedó tendida como un bollo de papel a pocos metros de los surtidores. En la playa de estacionamiento, las fuertes ráfagas tumbaron el acomplado de un camión cargado con cereal.
A 400 metros de este lugar, pero sobre la ruta 33, el viento derribó la noria de una planta cerealera perteneciente a los Agricultores Federados Argentinos (AFA), y generó serios destrozos en los silos y la celda del complejo de almacenamiento de granos.
Otra localidad del sur santafesino que terminó muy dañada por el temporal es Diego de Alvear, donde la caída de árboles y ramas arrastró el cableado eléctrico, de telefonía, internet y cable. Ayer todas las cuadrillas de la cooperativa de servicios públicos Coopescrevi y de Defensa Civil trabajaban a destajo tratando de agilizar los trabajos para conectar la energía. Algo similar, aunque en menor medida ocurrió en San Gregorio.
Vecinos de ambas localidades revivieron el recuerdo de un temporal acaso más violento ocurrido curiosamente hace exactamente 27 años, el 12 de febrero de 1989, del que los habitantes tardaron varias semanas en reponerse de los daños principalmente generados en el tendido de cables de los servicios y en el suministro de agua.
El frente de tormenta, con fuertes vientos y gran actividad eléctrica, se desplazo en la madrugada de ayer de suroeste a noreste, y se "ensañó" particularmente con Ibarlucea, donde ayer se contabilizaron alrededor de setenta postes de electricidad derribados e inclinados, por lo que el suministro no sólo de luz sino también de cable estuvo interrumpido por varias horas y recién ayer por la tarde comenzaba a restablecerse.
En esta localidad también se registró gran cantidad de árboles caídos, y la voladura del techo de una vivienda en las inmediaciones de la plaza y la iglesia.
Pronóstico. El Servicio Meteorológico Nacional determinó ayer por la tarde el cese del alerta para el sur de la provincia de Santa Fe, aunque anoche continuarían generándose áreas de lluvias y tormentas, algunas alcanzando intensidad fuerte o severa, acompañadas principalmente con abundante caída de agua, ráfagas de viento, intensa actividad eléctrica y caída de granizo.
Las condiciones mejorarían de sur a norte durante la madrugada de hoy domingo y mañana lunes, inestable con probables lluvias.