Después de casi un mes de inactividad y de un Gran Premio de Hungría atípico, donde hubo mucha emoción y no ganó un Mercedes (lo hizo Daniel Ricciardo, con Red Bull), la Fórmula 1 regresa al ruedo en uno de los circuitos más atractivos de la temporada, Spa Francorchamps, uno de los que quedan de la vieja guardia y con las suficientes variantes como para que haya sectores de sobrepaso. Veloz, con un marco natural bárbaro que lo rodea y una primera curva peligrosa que siempre puede deparar sorpresas, será la sede de la 12ª fecha de una temporada anestesiada por Mercedes, que ayer volvió a copar la primera fila con el líder Nico Rosberg y su escolta Lewis Hamilton.