Central no quiere que lo despierten. Busca extender sus rachas y sus sueños. Y para alcanzar su gran anhelo sabe que no se puede permitir detener la vista en la bandera final y perderse en la distancia. Es consciente de que sólo debe perseguir la saludable huella que forjó en los últimos partidos con pasos cortos, firmes y llenos de convencimiento, con la rendidora receta que viene inculcando Russo como guía de operaciones. Por eso, el partido de esta tarde, a las 18, ante Boca Unidos, en el Gigante, por la 21ª fecha del torneo, representa otra prueba más para un equipo que está encontrando herramientas para sortear todos los obstáculos.
Los canallas ostentan ocho victorias al hilo, una serie que impacta y que todavía puede ampliarse, si el equipo mantiene su perfil bajo y laborioso. Es que después de un comienzo tormentoso, se pudo encarrilar merced al temple y la personalidad de Russo para capear el temporal y señalar la ruta con autoridad. Desde esa convicción renació esta versión auriazul y se potenció de tal manera que ahora aprendió a tutearse con los triunfos y tejió una relación de enorme complicidad.
En este lapso, Central reconstruyó sus ambiciones apoyado en un orden defensivo que le permitió mover la señal de ajuste con mayor comodidad. Como blindó el arco de Caranta (recibió sólo un gol en ocho cotejos), todos los demás aspectos los fue puliendo con la serena política del paso a paso.
Y este conjunto de Russo se fue modelando desde la seguridad que otorgaron los triunfos. En el espejo retrovisor ya quedaron Defensa y Justicia (1-0), Gimnasia J (2-0), Crucero del Norte (1-0), Aldosivi (1-0), Gimnasia LP (2-0), Instituto (1-0), Dep. Merlo (2-1) y Sarmiento (1-0), y con ese tremendo envión regresa al Gigante con la intención de demostrar que en este período no existen las casualidades.
Es que más allá de que no siempre puede desplegar su juego, Central está exhibiendo que se adapta a las circunstancias que impone cada pleito y siempre encuentra alguna llave de ocasión para destrabar situaciones que vienen complicadas. Se convirtió en un equipo serio, que sabe disimular sus debilidades y que conoce su libreto.
Además, tiene en claro que si mantiene este halo ganador y de convencimiento, muy pocos le podrán hacer sombra.
Si bien no hubo confirmaciones oficiales, Peppino (ayer entrenó con normalidad), Lagos y Toledo estarán desde el inicio. Del otro lado, Boca Unidos acarrea un pobre campaña, ya que marcha 18º con 20 puntos. Además, llega a Rosario con 5 cambios (4 obligados y 1 táctico) y con Ubeda, un ex canalla en el banco como entrenador.
Pero esos apuntes no deben nublar el escenario de acción. Central tiene que seguir pensando sólo en sus naturales obligaciones. Así edificó esta increíble racha, se metió en puestos de ascenso y le dio sustento a sus anhelos.