El mundo del fútbol sufrió un cimbronazo el pasado miércoles. Al menos desde el lado estrictamente informativo. Fue cuando Juan Román Riquelme anunció, tras el encuentro frente a Corinthians por la final de la Copa Libertadores, que ese había sido su último partido con la camiseta de Boca Juniors. Advirtió que su intención era seguir jugando (puso esa decisión a consideración de su hijo), pero que no sabía dónde podía estar su futuro. A partir de ahí se tejieron todos los análisis y escenarios posibles. Veinticuatro horas después apareció uno muy particular para Rosario: un posible destino podía ser Rosario Central. Este razonamiento sólo puede explicarse a partir de la excelente relación que el enganche tiene con Miguel Angel Russo, quien en la noche del jueves llegaba a un acuerdo con los dirigentes canallas para tomar las riendas futbolísticas del primer equipo. Pero no sólo eso, también es compinche de Marcelo Delgado, Luciano Figueroa y Damián Díaz. De todas formas, hoy todo sigue siendo una verdadera incógnita. Hay quienes todavía se ilusionan, pese al fuerte interés concreto de parte de Flamengo y del deseo de Rodolfo Arruabarrena para llevarlo a Tigre (ver aparte). La única realidad es que esto es fútbol y que todo puede pasar.
La buena relación entre Russo y Riquelme data de 2007, cuando el entrenador dirigió el equipo que se consagró campeón de la Libertadores de ese año. Sólo desde ese punto puede sonar viable la chance del hábil volante al canalla. Pero el DT no dijo absolutamente nada y difícilmente lo haga.
Ayer corrió un fuerte rumor de que Riquelme había viajado a Capitán Bermúdez para pasar el fin de semana junto a Marcelo Delgado, uno de los grandes amigos que le dio el fútbol. Algunas de las fuentes consultadas coincidieron en que fue muy poco el tiempo que estuvo en la ciudad vecina a Rosario y que siguió viaje rumbo a Santa Fe.
El armado del primer equipo canalla llevará su tiempo y nombres se barajarán a montones. “Es una locura, ni se me pasa por la cabeza”, confió, entre risas, el presidente canalla Norberto Speciale a Ovación cuando fue consultado sobre el tema. Riquelme afuera de Boca y con ganas de seguir jugando da para todo. Y esa loca idea de su posible arribo a Central por su amistad con Russo sólo se abona desde la idea de que en el fútbol nada se puede dar por descartado.