Las obras de remodelación de avenida Belgrano dejarán fuera de circulación unas 2.600 toneladas de adoquines. Los bloques de granito, de los que actualmente apenas se fabrican imitaciones, llegaron a principios del siglo pasado como lastre en los buques cerealeros. Ahora, una vez concluido el bacheo, quedarán a resguardo del municipio y se proyecta reutilizarlos en la puesta en valor de espacios públicos.
Puestos en marcha a principios de agosto, de cara al lanzamiento del Dakar, los trabajos se concentran a la altura del ingreso al puerto. Allí, amontonados a ambos costados de la zona por donde van y vienen las máquinas, se apilaban ayer los cubos de piedra esperando el camión que los lleve a un depósito municipal.
Según el proyecto de trabajos que gestiona la Dirección Nacionalidad de Vialidad, en la reconversión de la avenida entre 27 de Febrero y Rioja se recuperarán 2.600 toneladas de adoquines. El material no se retirará de toda la arteria, "sino de aquellos sitios donde la profundidad de los baches obliga a realizar una base nueva", indicaron fuentes del organismo nacional.
El contrato de la obra prevé que la empresa a cargo, la UTE conformada por Benito Roggio y Rovella Carranza, está obligada a retirar los adoquines y llevarlos al depósito municipal de avenida presidente Perón y Circunvalación. "Los adoquines son propiedad del municipio y cualquier uso que se les quiera dar que no esté relacionado con su utilización en calzadas o en obra pública debe ser aprobado por el Concejo Municipal", explicó el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Omar Saab.
El adoquinado de avenida Belgrano, y de gran parte de las calles de la ciudad, llegó a principios del siglo pasado como lastre de los barcos que arribaban al puerto en busca de cereal. "La avenida empezó a proyectarse a principios de 1900, cuando se rellenaron los terrenos del puerto. Y el material usado para construirla fue el que dejaban los buques cerealeros", señaló la directora del programa de Preservación y Rehabilitación del Patrimonio, María Laura Fernández.
Cotizados. Pese a que ya no se fabrican, estos cubos de granito son usados en la construcción para embellecer senderos en jardines, ingresos o fachadas de viviendas. Hay empresas del país que los producen de pórfido, más pequeños, o premoldeado de hormigón; pero los adoquines graníticos apenas pueden hallarse en algunos corralones de materiales de segunda mano. Por internet, en el sitio Mercado Libre, se ofrecen a precios considerables: desde 7 a 25 pesos por unidad, 125 pesos el metro cuadrado o por lotes de 150 a 450 pesos.
Pero más allá de su valor económico, "está su valor simbólico como imagen de las calles de la ciudad de principios de siglo", apuntó el arquitecto Chelo Molina, mentor del Centro de Arquitectura y Diseño del Colegio de Arquitectos.
Como sucedió con el adoquinado de San Martín, entre 27 de Febrero y bulevar Seguí, los adoquines de avenida Belgrano tendrán una segunda oportunidad a medida de que el municipio concrete algunas obras proyectadas para la puesta en valor de espacios públicos.
"Es imposible usarlos en nuevas calles. En la ciudad no hay mano de obra calificada para hacer calles con esos materiales ni en el país existe maquinaria para la colocación de adoquines. El trabajo es muy costoso porque la colocación es muy lenta y artesanal", explicó el secretario de Obras Públicas.
En cambio, sí está proyectada su utilización en proyectos relacionados con la recuperación de parques y creación de nuevos paseos. Como ejemplo, el funcionario puso la explanada de la plaza del Che, en el parque Irigoyen, que fue íntegramente construida con adoquines recuperados de las calles de la ciudad.
En carpeta también están la remodelación de la cortada Ricardone, en el tramo que ocupa el teatro La Comedia, y la recuperación de una de las calles de acceso al parque de las Colectividades, sobre el límite del complejo gastronómico Don Ferro.
"Son pequeños tramos, pero por su ubicación le darán un toque distinto a estos lugares", apuntó Saab y además les darán una nueva oportunidad a los centenarios adoquines europeos, sacados de circulación por el asfalto.