El proyecto de un grupo de vecinos de urbanizar las villas de barrio Ludueña comenzó a recorrer una primera etapa en el camino hacia la edificación de viviendas dignas para unas 760 familias que viven en los márgenes de la vía. La Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social empezó a tramitar la regularización de dominio de terrenos que posee en el barrio, ofreció financiar obras de infraestructura para la conexión regular a servicios de agua y luz y estudia la gestión para uso social de lotes que hoy son de uso ferroviario.
Ese fue el resultado de la reunión que el viernes pasado mantuvo en Buenos Aires un grupo de ocho vecinos, autoridades del Servicio Público de la Vivienda municipal e integrantes de la Fundación Igualar, que diseñó los planos del proyecto.
"La reunión fue muy positiva", analizó María Inés Capón, vicepresidenta de la Servicio Público de la Vivienda y el Hábitat, quien indicó que se dividió la iniciativa en etapas para diferenciar las situaciones de cada sector. "Se evaluó cómo avanzar con el proyecto y se acordó realizar un análisis de la situación dominial más detallado, identificando las distintas situaciones del barrio ya que algunos terrenos pertenecen a la Comisión de Tierra y otros están asignados a la concesión del Nuevo Central Argentino y hay que hacer gestiones para desafectarlos", señaló.
En el primer caso, el organismo nacional estudia cuántas familias viven y qué espacio ocupan en esos terrenos del Estado nacional (unos 67.500 metros cuadrados) para luego regularizar las manzanas y trasladar las viviendas que obstruyan el trazado de calles o que estén demasiado cercanas entre sí. "Pusimos a disposición los equipos técnicos y vamos a convocar a los vecinos a talleres participativos para acordar las ubicaciones. La comisión ofreció financiamiento para extender la infraestructura de servicios y, en última instancia, llegaremos a la escrituración", enumeró Capón. Mientras tanto, se harán ajustes mínimos al proyecto habitacional, cuyas condiciones generales están en regla.
En cambio, con los más de 30 mil metros cuadrados concesionados al Nuevo Central Argentino (NCA) se deberían realizar gestiones para que el Ministerio de Transporte de la Nación los traspase a la Administración de Bienes del Estado y, posteriormente, al municipio.
Los vecinos plantearon en la reunión que realizaron consultas ante NCA y la empresa respondió que no son espacios operativas. De todos modos, la gestión de esas tierras para uso social quedó "en estudio", según indicó a este diario Guillermo Marzioni, director del Hábitat para la Infraestructura y el Equipamiento del organismo nacional.
"Estamos tratando de articular un trabajo conjunto entre los Estados y las organizaciones de la comunidad. Estos procesos de regularización van de la mano de la organización y el protagonismo de quienes habitan en el barrio, porque tienen mucho para aportar y decir de un lugar construido a lo largo de años", planteó el funcionario, que destacó la necesidad de "estar presentes como Estado para mejorar las condiciones de vida".
Una vez regularizada la cuestión dominial, señaló, podrá ponerse en marcha un proyecto urbano donde se fijen la subdivisión de lotes, la definición de espacios públicos y privados y el trazado de calles, "en conjunto con el municipio y la provincia". La iniciativa comenzó así a recorrer los primeros pasos de un largo proceso al que nadie aún fija plazos. La próxima reunión será dentro de un mes.
Familias en los márgenes de la vía
El proyecto de urbanización es impulsado desde hace cuatro años por 763 familias que viven junto a las vías del ex ferrocarril Mitre, entre Felipe Moré y Campbell. Pretenden levantar 682 casas de dos y tres dormitorios en 103.445 metros cuadrados en tierras nacionales y del ferrocarril. Según un relevamiento, las familias viven en condiciones de hacinamiento, con un alto porcentaje de jefas de hogar, empleo informal y un promedio de edad de 56 años.