Renace en Irak la violencia de Al Qaeda

Bagdad. — Dos terroristas suicidas dejaron más de 60 civiles muertos frente a un santuario shiíta fuertemente custodiado en Bagdad. El jueves, otros dos ataques suicidas en diferentes partes del país habían causado otros 88 muertos. Los episodios, con el sello de Al Qaeda, hicieron renacer en Irak el fantasma de la violencia terrorista, que desde hace casi dos años había caído sustancialmente en el país árabe.

La violencia en Irak disminuyó desde inicios de 2008 a su menor nivel, gracias a una serie de exitosas ofensivas de las tropas estadounidenses. Pero en las últimas semanas ha habido un aumento de ataques terroristas suicidas. Con las tropas de EEUU retirándose, se han reabierto las dudas sobre la capacidad de la policía iraquí para enfrentar a los terroristas de Al Qaeda. Esta formación es musulmana sunita y considera a los shiítas como "infieles".

Ayer, el premier iraquí, el shiíta Nuri Al-Maliki, suspendió a los comandantes a cargo de la seguridad en la zona del doble atentado, el barrio de Kazimiya, en el norte de Bagdad. Los atacantes detonaron sus explosivos con minutos de diferencia en distintas entradas de la tumba del santo shiíta Imán Mousa Al-Kazim. Aunque los ingresos principales del templo estaban fuertemente custodiados, los terroristas lograron infiltrarse sin problemas usando los ingresos secundarios. Los ataques se produjeron poco antes del comienzo de las plegarias del viernes, cuando los feligreses entraban en masa a la gran mezquita. Entre los muertos había 25 peregrinos shiítas iraníes. Fuentes sanitarias estimaron en 125 los heridos, incluyendo a 80 iraníes.

Los estadounidenses no pudieron esta vez suministrar detalles, dado que el área era patrullada exclusivamente por fuerzas iraquíes. Un dato que evidencia a la vez la creciente retirada de los militares de Washington y la fragilidad de las fuerzas locales ante la agresividad de los terroristas suicidas que recluta Al Qaeda.