Es incomprensible lo ocurrido con la remodelación de la calle Rioja. Se amplió la vereda (excesivamente). Yo como arquitecta pensé que se le daría lugar al peatón para circular y a los viajeros del transporte público espacio para esperar el paso del colectivo. ¡Qué bueno! Como en las antiguas ciudades europeas, se alienta el ingreso del transporte público al microcentro y se desalienta el vehículo particular descongestionando calles y aumentando el flujo de peatones sin que por ello se genere embotellamiento. ¡Pero no! Es exactamente a la inversa, los que no tienen vehículo deberán apiñarse como en la esquina de Entre Ríos y San Juan. Sobre una vereda angosta, rota y ocupada por una gran columna (no sé de qué). Una persona parada contra la pared a duras penas permite el paso de otro peatón entre él y la columna. Cabe aclarar también lo que ocurre en la antigua parada del 123 y otras más. ¡Nadie! Amplia peatonal vacía. ¿Qué ocurrió con el estudio que Hermes Binner pagó a los franceses, el cual buscaba eliminar el automóvil del microcentro? En la parada nueva de Entre Ríos y San Juan, el lugar es tan estrecho que muchas veces los peatones esperan en la calle mientras el colectivo se acerca. En Rioja y Corrientes sobra espacio que en la parada antes mencionada escasea brutalmente. ¿Esta es la protección que ofrece el gobierno municipal a los más necesitados que viajan en transporte público? Evidentemente los "condenados" deberán ir a Entre Ríos y San Juan. Mientras los comerciantes que tenían un gran flujo de compradores ocasionales dado que ellos ofrecen productos cuyo costo los convierte en ocasionales se quedaron con una hermosa vereda vacía. La circunstancia les es adversa e inoportuna. Por la evidencia y como arquitecta de la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la UNR, siendo además alumna del arquitecto Mario Corea, Master en Harvard, pregunto, ¿a qué urbanista se le ocurre sacar el transporte público del microcentro y así estimular el uso del auto privado? Sería interesante consultarlo. Mientras la mayoría se amontona en Entre Ríos y San Juan, los menos pasan cómodamente (un auto, un solo conductor) por Rioja y Corrientes. Comparto la decisión de hacer del viejo centro de Rosario un lugar acogedor para todos los rosarinos y los turistas, pero dificultar de tal manera el ingreso/egreso del macrocentro al microcentro, es condenar a los usuarios del transporte público. En lugar de premiarlos con comodidad se ahuyenta a los clientes de los negocios del centro, empujando a los comerciantes a situaciones más difíciles aún. Condenados están los compradores y usuarios del microcentro que utilizan el transporte público.
Manchester argentino
Si la masacre de Manchester hubiera ocurrido en la Argentina entre 1973 y 1975, el suicida asesino sería recordado, más de 40 años después, como un héroe, un valiente combatiente integrante de una juventud maravillosa dispuesta a inmolarse por sus ideales y por un mundo mejor. Tendría además una placa con su nombre en el Parque de la Memoria, en los informes de la Secretaría de DDHH sería recordado como víctima del terrorismo de Estado y su muerte calificada como una ejecución sumaria, parte de un plan sistemático y genocida. Sus familiares ya habrían cobrado una indemnización de unos 250.000 dólares. Sus jefes y planificadores de la carnicería humana gozarían de una vida de reconocimiento y riqueza. Quienes investigaron su muerte y el atentado, desmantelado la red terrorista y combatido a sus cómplices, estarían presos por delitos de lesa humanidad, el del suicida incluido, fueran o no culpables de tales crímenes y atrocidades. Los que les dieron las órdenes de aniquilación e incluso de exterminio, desde el poder político, impunes. Y las víctimas del terrorista, tanto muertos y heridos como sus familias, olvidadas, escondidas, ignoradas, despreciadas y desaparecidas de la historia.
Pedro José Güiraldes
Hasta la próxima batalla
La maldad suele tener destellos de genialidad, aunque sea esta una genialidad que sólo puede provocarnos el horror. ¿Qué sucede cuando se la emplea con todo el empeño el espíritu, el talento, el carácter y el goce para el despojo o el mal ajeno? Los poemas épicos, hablaban de pasiones y de emociones trágicas para fijar en la memoria popular aquello que no debe ser olvidado. Las tragedias, igualmente transmiten una enseñanza moral con el fin de ser evitadas. Como pueblo, debemos lamentablemente concluir que de nuestra trágica historia política y de sus trasnochados hacedores, no hemos aprendido ninguna lección de tantas catástrofes padecidas. Así planteado, es necesario asumir que se han hecho grandes y terribles cosas, y nadie puede decir, ni víctimas ni victimarios, que su origen haya sido el desconocimiento o la equivocación, y sí, obviamente, la mentira. Carlos J. González dice: ¿Es suficiente con asumir todo cuanto conlleva la existencia, o se hace necesaria la rebelión frente a un destino que no duda en cargar contra nosotros cuando parecemos más desvalidos e inermes? Soportamos mansamente la destrucción de la esperanza, el idealismo, la solidaridad y la preocupación por pobres y oprimidos, aceptando el reemplazo de estos "peligrosos sentimientos" por un egoísmo centrado en grupos concentrados. ¿Quién decide pues esta rebelión cuando nos hallamos hoy en un límite en el que ni siquiera "la lógica de la vida" puede empujarnos a seguir con este negocio que nos proponen que no cubre mínimamente los gastos a la espera de la próxima batalla?
Norberto ivaldi
Se dice "feminicidio"
Se emplea en todas partes, para designar el homicidio de una mujer, la palabra "femicidio", cuando el mismo no existe en el diccionario de la Real Academia Española. El término correcto es "feminicidio". Como decía un viejo programa de radio: Hablemos bien y escribamos mejor.
Roberto A. Meneghini
Un sincero agradecimiento
Queremos agradecer la destacada atención profesional y humana que nos brindó el excelente equipo de ICR. En especial a la doctora Chacón, quien fue nuestra guía y contención, como también a los doctores Antonioni, Signa y la doctora Méndez. Fueron quienes nos acompañaron. Gracias por tanto amor a su profesión.
Yanina Gómez
Que los médicos salven vidas
Es difícil en una Carta de Lectores poder rebatir tantas mentiras que se dicen desde el Ministerio de Salud de Santa Fe de acuerdo a la publicación del pasado domingo. Sería mejor si dieran un espacio similar en las portadas para expresar la verdad, pero al menos la gente debe saber: 1. Que es falso eso de que las muertes por abortos clandestinos son la primera causa de muerte materna (ver estadísticas nacionales reales). 2. El aborto no es legal, sólo intentan las prácticas desde mecanismos internos aplicando como si fuera una ley, un protocolo que es inconstitucional (ya que un fallo no tiene valor de ley). 3. Las jóvenes que van a consultas a los hospitales públicos son acosadas para obligarlas a abortar como si esta fuera la única solución y con el fin de acomodar las estadísticas a su conveniencia. 4. Se habla también de que se puede hacer un aborto legal en caso de que esté en riesgo la salud de la mujer (?): eso en primer lugar no está en la ley y además sería tan amplio que por cualquier razón podría hacerse un aborto. 5. También es falsa esa cifra que siempre repiten de 400 a 500 mil abortos por año, eso es imposible (hubo 770.000 nacimientos en el 2015), o sea que habría una infraestructura clandestina casi similar a todo el sistema de salud nacional. 6. Se creó una lista negra de objetores de conciencia, los cuales no pueden acceder al sistema de salud y quedan discriminados. 7. No mencionan el síndrome postaborto que daña la salud de la mujer para siempre. Sepan los médicos y estudiantes de medicina, que según el Código Penal, art. 85 y 86, podrán ser reprimidos con cárcel de uno a cuatro años más la inhabilitación por el doble de tiempo. Esto no lo dicen en el adoctrinamiento que les hacen porque están protegidos por el marco socialista actual, pero los gobiernos pueden cambiar y los médicos abortistas quedar sin esa protección, lo cual es grave porque el aborto también puede ser un delito de lesa humanidad (Ref. carta del domingo pasado del señor Donatti), ya que se trata de un genocidio (exterminio de una raza, en este caso la de los niños por nacer) y la misma no prescribe con el tiempo. Por lo tanto, les pido a los médicos ser fieles a su juramento hipocrático y defender la vida siempre. En ellos confiamos el valor más preciado que tenemos: la vida y confío que la maravillosa vocación que tienen y todo lo que se forman para lograrlo debe estar iluminado por la luz de la verdad y no por la oscuridad de la cultura de la muerte. Rosario te quiero Provida.
Marcelo Arderiú
Las ONGs y los políticos
La mayoría de las ONGs argentinas no tenemos colores políticos. Sólo motivan nuestra conformación determinadas carencias de los gobiernos de turno, y luchamos en pos de su solución. Por un lado la población nos siente solidarias y suma esfuerzos y apoyo de todo tipo, los medios y las redes sociales nos comprenden y acompañan, pero por el otro, a los políticos en general, no les caemos simpáticas. ¿Quizás sea porque estamos señalando la cuarta pata del gato que dejan sin atender? Ahora que la campaña ha retomado su rosario de promesas, dicen que van a golpear las puertas de la población en general. Las ONGs también tenemos puertas y tanto en la nuestra como en tantísimas otras, sólo algún político destacado se animó a acercarse. Es extraño. Porque conformadas como estamos alrededor de cada carencia, si se comunicaran con las ONGs se encontrarían con personas que conocemos a fondo las circunstancias que nos llevaron a una lucha determinada, razón por la cual, y siempre sin fines de lucro, podríamos ser de enorme ayuda. ¿Por qué no lo hacen? La respuesta la tienen todos los políticos y la opinión atenta y alerta de toda la población electora.
Edith Michelotti
Grupo Hepatitis Rosario