La plaza Evita de San Lorenzo convocó a decenas de familias el domingo, cuando se inauguraron las obras de remodelación de este espacio recreativo ubicado en el radio urbano.
La plaza Evita de San Lorenzo convocó a decenas de familias el domingo, cuando se inauguraron las obras de remodelación de este espacio recreativo ubicado en el radio urbano.
La plaza ahora cuenta con juegos más modernos y seguros que reemplazaron a los antiguos construidos con troncos de madera, nuevas veredas, bancos, iluminación y un césped especial sembrado, entre otras refacciones y tareas de mejorado que demandaron al municipio una inversión de unos 450 mil pesos.
El acto inaugural estuvo encabezado por funcionarios del gabinete de gobierno municipal, mientras que los ex combatientes de Malvinas, asistieron con chocolate caliente para las cientos de personas que se dieron cita en el lugar, que se destaca por garantizar diversión para los más chicos, sin ningún tipo de riesgo.
"Todos los juegos que se instalaron en el predio, corresponden a los estándares de calidad y seguridad", dijo Gustavo Oggero, presidente del Concejo Deliberante de San Lorenzo. Y añadió que "corresponden a lo establecido en las normas ISO y responden a la ordenanza que renueva las infracciones de juegos infantiles al aire libre".
Al respecto, el edil recordó y consideró que la norma "es una ordenanza que impulsamos desde hace años y que con gusto podemos ver efectuada". Es que las reglamentaciones establecen parámetros de seguridad para minimizar los riesgos de accidentes. "Se prevé una separación entre los juegos y la vía pública, para impedir que los niños se dañen", agregó Oggero.
Con esta nueva metodología se busca fundar un espacio respetado conforme a la norma. "Los responsables de esta inauguración, consideramos tener una plaza segura", expresó el edil.
Quedó concretada entonces esta plaza cuyas reformas generaron gran expectativa en los chicos, ya que son ellos quienes podrán disfrutarla y a su vez encontrarse con un espacio totalmente renovado, apropiado y divertido.
Por Martín Stoianovich