Con la mirada atenta, el gobernador Miguel Lifschitz y su ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, visitaron ayer al mediodía la zona de la rambla Catalunya y La Florida donde la policía intensificó sus controles. Todos los días, 9 binomios de caminantes recorren la costa norte entre las bajadas Puccio y Escauriza. Además, desde esta semana los agentes tendrán uniforme de verano: remera flúo, bermudas y zapatillas; y se evalúa adquirir un cuatriciclo para recorrer la zona.
La caminata del titular del gobierno santafesino por las playa pública se produjo después de las críticas de los guardavidas que allí se desempeñan quienes habían exigido mayor presencia policial.
"Fuimos a ver cómo se estaba desarrollando el operativo, pero también para reconocer a los uniformados que un domingo están trabajando con buena disposición", explicó Pullaro a LaCapital. La recorrida de ambos funcionarios por la zona de la rambla y causó sorpresa entre propios y extraños.
La decisión también resultó un gesto desde la conducción política de la fuerza a quienes deben velar por la seguridad en la zona. Y no resultó casual. La caminata de Lifschitz se produjo a los pocos días de las quejas de los guardavidas por mayor efectividad de los operativos realizados en la rambla. Fue una visita, sin avisar y para verificar cantidad de uniformados y resultados de su presencia en la rambla.
Cabe recordar que la semana pasada, el representante de los guardavidas Gustavo Rapp puntualizó que el inconveniente más común son los incidentes debido al consumo de drogas y alcohol; y la falta de respeto a las indicaciones de los guardavidas cuando los veraneantes están en el río. El rescatista indicó que un domingo con unas 10 mil personas hay "solamente 10 efectivos de la GUM y 6 policías".
La recorrida del propio Lifschitz y de su ministro fueron una clara respuesta. "Se ha pedido a la policía un esfuerzo adicional de presencia, de actitud, de decisión de estar al lado de la gente y tener una acción mucho más efectiva para cuidar a los santafesinos y para prevenir la comisión de delitos", sostuvo Lifschitz. Para lograr esos objetivos, subrayó, es fundamental "que los máximos funcionarios estén al frente de cada una de estas acciones y eso es lo que estamos haciendo".
Pullaro remarcó que junto a la fuerza pública "estamos trabajando fuertemente en reforzar la seguridad en la costa rosarina" y dejó en claro que "en este momento se ve mucha más presencia de uniformados".
Frente a la rambla Catalunya funciona el destacamento 23, que tiene a 18 uniformados afectados para disponer de 9 binomios (caminantes de playa).
Las tareas se refuerzas los fines de semana y en horas pico (entre las 12.30 y las 19) con el apoyo de otras unidades policiales y en coordinación con la Guardia Urbana Municipal (GUM).
"Hay una franja de playa que resulta más conflictiva para dar cumplimiento a la ordenanza que prohibe la ingesta de alcohol. Fuimos a controlar pero también a saludar a los policías. Todo esto se sostendrá durante los meses de verano", sostuvo Pullaro.
Los patrullajes de caminantes se complementan con otras acciones como las verificaciones de documentación y estado de dominio de autos y motos. "A este ritmo vamos a estar bien, en materia de ordenamiento. Tenemos expectativas. Para esta semana se resuelve el uniforme estival: chomba flúo para que se los vea bien de todos lados, bermudas y zapatillas. Y estamos analizando comprar un cuatriciclo para patrullar este sector", indicó Pullaro.
En otro orden, la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) se involucró en la inspección a coches de alta gama. El sábado, en las rutas provinciales se hicieron 56 operativos camineros: se controlaron 888 vehículos y se labraron 186 actas de infracción. También se efectuaron 40 operativos de inspección a comisarías.