Las salas de guardia de los efectores públicos y privados fueron las primeras en
acusar recibo del aluvión de consultas que disparó el brote de enfermedades invernales típicas, a
los que se sumó la angustia de la gente por el avance de la gripe porcina. Saturados, con esperas
de horas, con o sin barbijos, estos consultorios vieron desbordar sus estadísticas diarias y
tuvieron que reforzar el personal, adaptar instalaciones, anexar cunitas y por supuesto redoblar
esfuerzos. Eso sin contar que además tienen que bajar la angustia de los pacientes frente a este
brote de influenza al que se le hace frente "andando", como definió uno de los profesionales.
"Estamos trabajando mucho, pero controlados. No estamos desbordados", subrayó la
directora del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, Stella Binelli, en el marco del sondeo realizado
ayer por LaCapital.
Sólo en una jornada pasaron por la guardia de ese efector 680 pacientes,
superando en unas 50 las consultas hechas en igual época del año pasado. Para hacer frente a la
contingencia se reforzó el plantel de médicos, kinesiólogos y enfermeros. También está a pleno un
circuito abreviado de internación para patologías respiratorias, que ante la sospecha de gripe A se
ciñe al protocolo indicado por infectología.
"Sí, hicimos hisopados, pero aún no tenemos casos confirmados", relató y pidió
no sobrecargar el hospital y concurrir a los dispensarios ante cuadros leves.
También de sobrecarga habló la jefa de guardia del Hospital Carrasco, Ariadna
Yacono. "La demanda se duplicó, pero estamos sobrecargados porque desde los centros privados
derivan pacientes para realizar análisis. Llegan y dicen que se tienen que hacer el hisopado, y no
siempre aceptan ser reevaluados, se enojan porque tienen que esperar", narró la médica. En su
opinión, este tipo de situaciones denota falta de información y genera angustia.
En el Hospital Alberdi, los números no se quedan atrás. Cuadros febriles,
virosis respiratorias, bronqueolitis y bronquitis elevaron las tasas normales de atención tanto en
los consultorios externos como en la guardia, donde ayer hubo 125 consultas, con 30 síndromes
febriles y muestras por gripe A, según contó su director, Ariel Mazza. Para el profesional, el
fantasma de la influenza A (N1H1) hace que la gente llegue al hospital ante cuadros que antes
enfrentaba con remedios caseros.
La directora del Hospital Centenario, Aurora Bruno, indicó que las consultas se
incrementaron en un 50 por ciento.
Por lo pronto, en las guardias de ese hospital se atiende con barbijos y se está
preparando un consultorio especial para chequear los casos sospechosos de gripe A.
Récord.En el sur de la ciudad, el Hospital Roque Sáenz Peña vio pasar el sábado
290 adultos y 220 niños por su guardia superando la media histórica de consultas, tal cual lo
aseguró el director, Federico Cornier.
Al aumento del 30 por ciento que trajo de suyo la flamante guardia del lugar,
los pacientes crecieron entre un 60 y 70 por ciento con respecto a las cifras diarias de igual
período del año anterior. "Antes no consultaban por síntoma leves", dijo el profesional y admitió
que ayer atendieron tres pacientes sospechosos de gripe A
Para el director del Hospital Provincial de Rosario, Pietro Beletich, en el
efector se dio "un incremento de patologías respiratorias mayor que otros años". Ayer hicieron seis
hisopados por gripe A, dos de los cuales llegaron derivados del sector privado. Además, comentó que
para optimizar recursos se suspendieron consultorios externos para controles o enfermedades que no
requieren atención aguda. "Por ahora, de las 150 consultas pediátricas diarias que tenemos, pasamos
a superar las 200", sostuvo el profesional.