"Cuando en 2015 Cristina nos diga: «Miren muchachos, a la continuidad del proyecto la va a garantizar tal persona», ahí decidiremos dónde estar", sostiene el secretario de Justicia de la Nación, Julián Alvarez, uno de los principales referentes de La Cámpora, columna vertebral del gobierno nacional.
Alvarez estuvo en Rosario para participar —junto a los diputados nacionales Juan Cabandié y Marcos Cleri— del Foro Nacional de Debate sobre Justicia del Consumidor, desarrollado en la Facultad de Derecho. Los tres aceptaron la propuesta de LaCapital: hablar sobre los mitos y verdades de La Cámpora, la agenda del gobierno y el futuro político del kirchnerismo.
"Si bien la sociedad sabe que esta en una época de empoderamiento, se viene una discusión muy fuerte en términos de qué se debate con los derechos de los consumidores. Porque hoy, cuando se pregunta, dicen que lo que se debate es la ley de abastecimiento, y no estamos debatiendo eso", apunta Alvarez, uno de los funcionarios más jóvenes (33 años) del Ejecutivo nacional.
"Se habla sólo de ley de abastecimiento porque quieren que nos vaya mal y son profetas del desastre. Entonces toman un tema y lo distorsionan. Dicen que queremos chavizar la economía, nos sacan de la cancha, nos tiran la pelota afuera. Respecto de la ley de abastecimiento, nos dicen que queremos chavizar, y eso es un granito en un ámbito de discusión mucho más amplio", desarrolla el funcionario.
Modelo Venezuela. "No hay ninguna norma de Venezuela que querramos trasladar a la Argentina y, sin embargo, insisten. En Estados Unidos, por ejemplo, si el titular de una empresa procede a desabastecer a la sociedad va diez años preso, y acá uno de los objetivos es eliminar la pena de prisión. Y nos critican. Es muy difícil la discusión en esos términos", sostiene el viceministro de Justicia.
En ese punto, el funcionario nacional cargó las tintas contra la oposición: "En el Senado debatíamos estos proyectos de ley e incorporamos numerosos pedidos de organizaciones intermedias. ¿Y ahí qué dijeron (Rubén) Giustiniani, (Norma) Morandini y (Gerardo) Morales? Que estaban sorprendidos por la incorporación, que lo veían muy bien, pero que igual no iban a acompañar. O sea, no respetan ni sus propias convicciones por oportunismo político".
En ámbitos de la política y del periodismo se sostiene que La Cámpora (agrupación conducida por Máximo Kirchner, el hijo mayor de Néstor y Cristina) actúa en la práctica como una virtual agencia de colocaciones en el Estado y se critica la participación de militantes de ese espacio en el organigrama estatal. Cuando este diario le recuerda estas objeciones, Cleri lo atribuye a un ataque a los jóvenes, a la militancia.
"Somos jóvenes que trabajamos las 24 horas todos los días. Siempre se nos ataca. Se ataca el futuro de la política, a la nueva dirigencia. Ponen el eje en La Cámpora pero critican a toda la militancia. Defienden los privilegios de siempre. Un ejemplo: cuando debatíamos la ley de pago soberano, Martín Lousteau quería que el debate en comisión sea secreto. ¿Qué es lo que no quería que la sociedad viese? Que él iba a votar en contra", sostuvo Cleri.
Cabandié, nieto recuperado número 77 por las Abuelas de Plaza de Mayo y destinatario de la canción de León Gieco "Yo soy Juan", coincide con el legislador por Santa Fe: "Quieren generar un disvalor con nosotros, pero no logran el efecto buscado. Antes de esta crítica fervorosa a La Cámpora está el valor de la participación. No hay nada más lindo para un joven que militar en política, acompañar a los vecinos, formarse, estudiar, abrazar causas solidarias. ¿Qué tiene de malo que un joven gestione desde el Estado? Mañana (por hoy) quedará demostrado en el acto de Argentinos Juniors. Ahí estará gran parte de La Cámpora, habrá 30 mil personas. ¿Cuántos tienen cargos? ¿El 1 por ciento? Son infundadas las críticas".
Uno de los grandes interrogantes sobre el futuro del kirchnerismo es saber qué candidato será el encargado de defender el proyecto que nació en 2003 con Néstor Kirchner. En ese punto, los muchachos camporistas se atalonan y no se ruborizan por ejercer un estricto manual de verticalidad. "Será el candidato que diga Cristina. Tenemos miles de jóvenes militando en todos los sectores, y tenemos un país de pie", grafica Alvarez. Los tres referentes descreen del escenario de cuatro cuartos que actualmente parece posarse sobre la campaña electoral, con porcentajes repartidos entre Sergio Massa, Mauricio Macri, el FAU y el kirchnerismo.
"No existe eso. El peronismo es la gran mayoría y está por encima de esa construcción mediática", se golpea el pecho Cleri.
"¿Cuál es la imagen positiva de Cristina? Arriba del 50 por ciento. Imposible hablar de cuatro cuartos", añade Cabandié.
El número 2 de Justicia se para en otro lado: "Es irrelevante. Nos interesa ganar, pero no hay vuelta atrás después de estos diez años. Y los creadores de esta década ganada están con nosotros. Cuando Cristina nos diga: «Miren, al proyecto lo va a garantizar tal persona», ahí estaremos".
Para Alvarez, Cabandié y Cleri, las personas votan proyectos. "Los opositores están en el mismo carril, el del 40. Eso desdibuja la teoría de los cuatro cuartos. Recién venimos de una caminata por la peatonal, que es todo un termómetro, y la gente se sorprendía de que un viceministro de Justicia esté en la calle explicando un proyecto de ley, y que diputados nacionales estén en contacto cara a cara con los vecinos. Cristina va a gobernar hasta el último día y no va a negociar, no va a transar", vocea Cleri.
"Lo vimos los otros días, cuando votamos el cambio de sede para el pago de la deuda: todo negativo. Está relacionado a que luego —si votan en contra del gobierno— tienen algún nivel de espacio mediático. Gran parte de la oposición mientras estábamos debatiendo se encontraba en los estudios de televisión en vez de estar en sus bancas. Por ejemplo Massa llegó 8 horas tarde al inicio del debate. Es como cuando los radicales se enojan y dicen que fueron los primeros en defender los derechos humanos, ¿pero qué pasó en el 2004, cuando se abstuvieron de votar la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final?", asesta Cabandié.
Y completa: "Ahora (Margarita) Stolbizer y el socialismo se llenan la boca pidiendo aumento del salario mínimo y hablando de los trabajadores. Stolbizer votó en el gobierno de (Fernando) De la Rúa la ley de precarización laboral. ¿Con qué autoridad dicen lo que dicen?".
Por izquierda. Los camporistas no creen que se los corra "por izquierda" como sí parece suceder cuando desde la oposición cargan las tintas contra los modos de actuar del secretario de Seguridad, Sergio Berni, o cuando desde el Cels se cuestionan algunas medidas vinculadas a las políticas del área. "Son discusiones dentro un mismo espacio sobre cómo llevar políticas de Estado. Son saludables", contestan casi al unísono.
Sobre el final de la charla con LaCapital se le pregunta al secretario de Justicia sobre la verosimilitud de las denuncias que apuntan a un complot para incentivar estallidos cuando llegue diciembre. "Hay una intención deliberada de generar problemas. La oposición agita algunos sectores, algunos lugares de conflicto, para generar caos y lograr que otros se sumen. No hay condiciones económicas ni sociales para que haya estallidos. Acuérdese que el año pasado todo comenzó con el reclamo de algunos gendarmes y después vino el tema de la policía. Yo mismo denuncié a un concejal del Frente Renovador bonaerense, ex policía, que gestionaba el acuartelamiento. Detrás de esto hay sectores a los que les va bien cuando al país le va mal. Es sencillo, quieren eso. El problema es cuando la oposición política tiene la agenda de esos sectores".
Con los celulares a punto de estallar y una agenda cargada, terminan la entrevista haciendo profesión de fe cristinista e invitando al acto de hoy en la Capital Federal: "Ahí vamos a volver a demostrar que La Cámpora no es lo que dicen algunos medios". Y se van.