Durante más de 40 años, el increíble lucernario que corona el hall central del Club Español (Rioja 1055) estuvo cubierto por brea y fibra de vidrio que alguien colocó para frenar las filtraciones, pero ahora volverá a brillar en todo su esplendor con los motivos y colores originales. La magnífica cúpula de vidrios esmaltados, con sus 317 metros cuadrados una de las mayores y más bellas de América latina, quedará reinaugurada mañana tras un minucioso trabajo de restauración realizado por especialistas y gracias a un subsidio de 420 mil pesos que otorgó el gobierno provincial. Si llegara a caer granizo no debe cundir el pánico: ahora una cúpula de policarbonato externa lo protegerá, sin restarle luz, a un metro de distancia.
El Club Español —monumento histórico nacional y patrimonio arquitectónico, histórico y cultural del municipio y la provincia— viene encarando un importante proceso de puesta en valor desde hace varios años.
Primero, a partir de un aporte de 50 mil euros que hizo el gobierno ibérico, recuperó todo el esplendor de su fachada. Después, con fondos propios, rehabilitó el salón Príncipe, la biblioteca, la sala de reuniones, varias oficinas y los baños del tercer piso, así como las terrazas norte y sur.
Pero un paso clave, recordó ayer el presidente de la entidad, José Luis Calvente, fue quedar bajo el paraguas del Programa de Preservación del Patrimonio de la provincia, lo que representó una contribución de más de 420 mil pesos que posibilitó recobrar una de sus piezas más bellas: el lucernario.
Del trabajo, por completo artesanal, participaron cinco especialistas de Arte Vitraux, el taller que dirige Fernando González, hijo a su vez de un vitralista con larga trayectoria en la ciudad, Juan González. La empresa tienen vasta experiencia en restauración de cúpulas y vitrales, entre ellos los del Concejo Municipal, la Intendencia, la Asociación Española, el Jockey Club y la Bolsa de Comercio.
González explicó a LaCapital que uno a uno se retiraron todos los vitrales (de 3 milímetros de espesor) para llevarlos al taller, donde más tarde fueron cuidadosamente lavados con agua tibia y en ciertos casos con soda cáustica de modo de despegar la fibra de vidrio que les había quedado adherida.
En muchas piezas ese retiro también se llevó el color, por lo que debieron reesmaltarse con pigmentos vitrificables y luego cocerse en hornos.
Los vidrios rotos, que no fueron pocos, se repusieron tal como establecía el diseño original y también debieron rearmarse los perfiles de plomo. Esa última labor tuvo que hacerse con una de las máquinas originales, ya que en la actualidad las barras de ese metal vienen más angostas.
Casi centenario. El lucernario, inaugurado junto al edificio del modernismo catalán en 1916, consta de una cubierta de ingeniería ubicada a 25 metros de altura sobre la escalera principal que fue ejecutada por uno de los herreros más destacados por entonces de Rosario, Pedro Introini.
El vitraux, por su parte, que como motivo central ostenta un escudo español rodeado de coloridas guirnaldas vegetales, con flores y moños, fue realizado por la firma Buxadera, Fornells y Compañía. Su superficie de 317 metros cuadrados lo convierte en uno de los mayores de América latina, señaló ayer Fernández.
Las tareas de restauración insumieron casi un año e incluyeron, además de recuperar el vitral, la instalación de una cubierta exterior de policarbonato que lo protegerá de las inclemencias climáticas.
Fernández recordó que para poder trabajar entre esas dos estructuras la labor debía interrumpirse antes del mediodía, ya que durante días y días la temperatura llegó a exceder largamente los 50 grados.
Calvente se mostró orgulloso de los logros y también agradecido por "haber tenido la suerte" de contar con el apoyo del gobierno de Antonio Bonfatti. "Trabajamos muchísimo, pero valió la pena", dijo el directivo del club.
Como la inauguración de mañana será a las 20, Alumbrado Público municipal prometió engalanar la cúpula con una iluminación externa que le permita al lucernario brillar con todas sus fascinantes formas y colores.
Patrimonio
En la Semana del Patrimonio, hoy, a las 18, se podrá recorrer el Castagnino, donde luego se presentará el libro "Henández Larguía- Newton".