El juez de Instrucción Juan Carlos Vienna quiere saber de propia boca de los protagonistas y en el mismo lugar de los hechos cómo ocurrió el ataque a balazos que el pasado 19 de febrero dejó gravemente herido al chico Joel Víctor Bonfiglio Vázquez, de 10 años. Por eso, a partir de las 8.30 del martes el magistrado encabezará la reconstrucción del episodio en la Cooperativa de Pescadores que se levanta en la desembocadura del arroyo Ludueña, frente al parque Alem, y en la cual trabaja el padre del menor.
Por el episodio están detenidos un policía santafesino que fue exonerado de la fuerza años atrás después de ser condenado por robo y que ahora está imputado de ser quien efectuó los disparos; y dos agentes del Comando Radioeléctrico acusados de encubrir a su ex compañero.
Según trascendió el viernes en los Tribunales, para llevar adelante la medida el magistrado a cargo del juzgado de Instrucción número 4 pidió colaboración a distintas reparticiones de la Unidad Regional II de policía en materia de custodia y protección no sólo del escenario del hecho (clausurado y vigilado desde el mismo día del hecho) sino de los propios participantes, ya que deberán estar presentes el principal acusado y el padre del menor baleado junto a sus representantes legales y los peritos que participan de la investigación.
Bajando maderas. La tragedia que tiene a Joel agonizando en la sala de terapia intensiva del Hospital de Niños se desató poco después del mediodía del domingo 19 de febrero. A esa hora el chico estaba con su padre y un matrimonio amigo del hombre en la Cooperativa de Pescadores situada en Nansen y Frondizi, frente al parque Alem. Allí el papá del nene "es encargado", según manifestaron sus familiares.
"Joel y el papá estaban vaciando un contenedor con vigas de madera. Cuando ya habían finalizado, la pareja amiga decidió ir a buscar algo de comida con el nene y en el auto del padre", relataron a este diario los allegados al chico. "El nene se sentó en el asiento del acompañante, al lado del hombre que manejaba, y la esposa en el asiento de atrás", recordaron. Entonces empezaron los tiros y la mujer cubrió con su mano la cabeza del pequeño, quien igualmente fue alcanzado por un balazo que le ingresó por la nuca mientras otros proyectiles impactaron en el vehículo.
"Mi hermano gritó «no tiren que soy yo», tratando de identificarse, pero los tipos siguieron tirando»", explicó Verónica, una tía de Joel. Pero ya era tarde. Quien afrió fuego, según los familiares del nene, lo hizo desde una guardería náutica que se levanta en la desembocadura del arroyo Ludueña, a la altura de calle Nansen y a unos 200 metros del predio de la cooperativa. Disparó "siete proyectiles", según Verónica.
"Después que hirieron al nene mi hermano se acercó corriendo a los vigiladores para pedirle explicaciones, pero los tipos lo echaron", recordó la mujer.
Encubrimiento. En el mismo auto en el que fue herido, Joel fue llevado al hospital Alberdi y desde allí derivado en una ambulancia al Víctor J. Vilela, donde aún permanece internado (ver aparte).
Mientras tanto, y de acuerdo a las pruebas recabadas en la investigación, al lugar del hecho llegó un móvil del Comando Radioeléctrico en el que iban los agentes Néstor Gaitán y Diego Leguiza. Ambos dialogaron con el custodio de la guardería náutica, el ex oficial Enrique Fabián Cettour, exonerado de la policía en 2006 tras ser condenado por robar repuestos a los autos estacionados en el depósito judicial que estaba a su cargo. Según la pesquisa, Cettour les dijo a los agentes del Comando que allí nada había pasado y que se podían ir. Incluso, se sospecha, les habría entregado el arma con la que disparó contra el pequeño Joel ya que la misma nunca fue hallada. Por eso ambos fueron apresados por encubrimiento.
Acera de la reconstrucción del hecho, desde el despacho del juez trascendió que la misma se realizará debido a "las marcadas diferencias que existen en los testimonios recabados hasta el momento".