Las Naciones Unidas reclamaron al gobierno de Siria que permita libertad de movimientos a la comisión de expertos en armas químicas que se encuentra ya en ese país para que investigue el ataque contra un suburbio de Damasco perpetrado el miércoles, y que habría dejado 1300 civiles muertos. Estados Unidos, por su parte, manifestó su indignación por el crimen de guerra, el peor en su tipo desde 1988, pero dijo que no está todavía en condiciones de condenar al régimen del dictador Bashar Assad por la acción. Francia, en cambio, sugirió el uso de la fuerza en caso de que se compruebe la culpabilidad de Damasco en el gravísimo episodio, que dejó cientos de niños muertos, ahogados por los gases venenosos.Así, la comunidad internacional reclama que los expertos de la ONU, ya presentes en Siria, verifiquen si son ciertas las acusaciones.
Punto clave. Pero existe un problema: la misión de la ONU en Siria llegó luego de meses de negociaciones con el régimen de Assad, y este estableció grandes limitaciones de movimientos a esa comisión. Se firmó un protocolo por el que los expertos sólo pueden visitar tres sitios prefijados, y en ningún caso se contempla el lugar atacado este miércoles. El régimen y sus aliados sostienen que utilizar armas químicas justo en el primer día de trabajo de los expertos de la ONU en Siria habría sido "un suicidio político". Los expertos señalan, al contrario, que sólo el régimen está en condiciones de manipular este tipo de complejo armamento.
Lo que sí es seguro es que un ataque tuvo lugar el miércoles cerca de Damasco en una región en manos de los rebeldes y que causó un gran número de víctimas, aun cuando el balance sigue siendo impreciso. Las imágenes de video vistas en todo el mundo tampoco dejan mucho margen de duda sobre que se trató de armas químicas: personas que yacen muertas o agonizantes con espuma en la boca y sin ninguna herida de bala o de esquirlas de bombas, tan habituales en Siria. Largas filas de cadáveres de niños y de adultosfueron sepultados ayer luego de ser reconocidos por sus familias. Con ellos, las pruebas comienzan a perderse, dado que cuanto más tiempo pase más difícil será hallar trazas de los productos químicos utilizados. Lo mismo pasa con el terreno afectado. Por esto es estratégico actuar lo más rápido posible. Pero ni el régimen de Assad ni sus socios —Irán, Rusia— muestran apuro en que los técnicos enviados por la ONU puedan acercarse al suburbio de Damasco castigado este miércoles por una salva de cohetes cargados con algún agente químico. Este puede ser gas sarín o agente VX, las dos armas químicas más letales del vasto arsenal químico con que cuenta Assad.
Asimismo, existen dudas sobre la cantidad real de víctimas: la oposición habló de más de 1.300 muertos, pero el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, contabilizó 170 muertos en un ataque de las tropas del régimen, pero sin poder confirmar que se había recurrido a armas químicas. Asimismo, ayer el ejército sirio atacó con artillería la zona rebelde que el miércoles sufrió el bombardeo con armas químicas. Esto podría borrar las pruebas, o gran parte de ellas. Además, muchos componentes químicos se degradan con el correr de las horas y los días. Algo similar sucede con las víctimas que sobrevivieron: las muestras de su sangre para verificar la existencia de un ataque químico deben tomarse cuanto antes, y no días o semanas después.
En este complejo contexto, la ONU pidió formalmente al gobierno sirio que autorizara a sus expertos a investigar en cercanías de Damasco y espera "recibir rápidamente una respuesta positiva". El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también decidió enviar a Damasco a su representante para el desarme, Angela Kane.
El Consejo de la ONU. Durante una reunión de urgencia el miércoles por la noche, el Consejo de Seguridad de la ONU declaró que había que aclarar el incidente mediante una "investigación profunda, imparcial y pronta". Pero la declaración del Consejo fue genérica y voluntarista, sin poner contra la pared al régimen sirio. Argentina preside en forma temporaria el Consejo, pero esto no significa que cuente con poderes para forzar una decisión de fondo. Y el Consejo está dividido sobre el conflicto sirio. Principalmente, dos de sus cinco miembros permanentes y con poder de veto, Rusia y China, se niegan a condenar a Siria, aliada explícita de Moscú. Los otros tres miembros permanentes, EEUU, Reino Unido y Francia, sí son partidarios de aplicar sanciones a Siria, pero la amenaza de veto de los otros dos miembros bloquea de partida una resolución de esa clase.
Estados Unidos, además, mantiene cierto margen de distancia. "En este preciso momento, somos incapaces de determinar de forma definitiva si se usaron armas químicas", declaró la portavoz de la diplomacia estadounidense, Jennifer Psaki. Y el militar estadounidense de más alta graduación, general Martin Dempsey, estimó que una intervención militar en Siria no desembocaría en una situación favorable para Estados Unidos. Francia, en cambio, es partidaria de reaccionar "con fuerza" si se comprueba que se cometió una matanza con armas químicas, según declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, quien sin embargo descarta el envío de tropas terrestres. Esto podría incluir una intervención aérea.
Videos son auténticos.En videos difundidos por la oposición se ve a decenas de personas exánimes yaciendo en el suelo, entre ellos numerosos niños. Ninguno presenta heridas aparentes. La agencia de noticias francesa AFP analizó con un programa especializado una de las imágenes más impactantes, en las que se ven cuerpos de niños alineados unos junto a otros. El análisis confirma que esta imagen no fue manipulada y que la imagen fue tomada el 21 de agosto, este miércoles.